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La Junta advierte de los altos niveles de partículas por los incendios

El oeste de la comunidad, y especialmente El Bierzo, registra concentraciones elevadas de partículas en suspensión, obligando a las autoridades a recomendar medidas de precaución para la población.

El cielo sobre el oeste de Castilla y León se ha teñido de un gris opaco, no por las nubes de una tormenta, sino por el rastro visible de la tragedia forestal que asola la región y sus alrededores. Los datos de la Red de Control de la Calidad del Aire de Castilla y León son alarmantes y contundentes: los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2.5) en todo el oeste de la Comunidad, y en particular en la comarca de El Bierzo, han alcanzado cotas elevadas, una consecuencia directa de las incesantes emisiones de los numerosos incendios forestales que se extienden por esta zona, así como por las vecinas comunidades de Galicia y el país vecino de Portugal.

Esta situación ha motivado una recomendación oficial por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, que insta a los ciudadanos a tomar precauciones para proteger su salud. Aunque la legislación española y europea no establece un umbral de información a la población para este tipo de contaminante, la Junta ha decidido actuar de manera proactiva, basándose en la necesidad de minimizar la afección de estas partículas sobre la salud pública.

La principal recomendación de la consejería es evitar actividades que impliquen un esfuerzo físico para toda la población. Pero el aviso se vuelve más estricto para las personas consideradas grupos de riesgo y población sensible, quienes deben adoptar precauciones especiales. En esta categoría se incluyen personas con enfermedades cardiorrespiratorias, asma, alergias graves, y la población con afecciones crónicas.

¿Qué significan estos niveles y cómo actuar?

La magnitud del episodio de contaminación es variable y fluctuará en los próximos días dependiendo de la hora, las direcciones del viento y la evolución de los incendios. Por ello, la consejería ha desglosado las recomendaciones según los niveles de concentración de partículas:

  • Si los niveles no son muy elevados (hasta “regular”): La población en general puede continuar sus actividades al aire libre de manera normal. No obstante, se aconseja vigilar la aparición de síntomas como tos persistente, irritación de garganta, sensación de falta de aire, fatiga excesiva o palpitaciones. Estos síntomas podrían ser una señal de que las partículas están afectando al organismo, incluso en niveles considerados moderados. Para los grupos de riesgo, incluso en este rango, puede existir un riesgo moderado.
  • Si los niveles son más elevados (superiores a “regular”): La situación se torna más crítica. Las personas de los grupos de riesgo y personas sensibles deben considerar seriamente reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre. Se recomienda el uso de mascarillas o mantenerse en sus domicilios mientras dure esta situación. Aquellos con asma o enfermedades respiratorias deben seguir cuidadosamente su plan de medicación y estar especialmente atentos a cualquier empeoramiento. Las personas con problemas del corazón deben prestar atención a posibles síntomas como palpitaciones, dificultad en la respiración o una fatiga inusual, que podrían indicar una reacción adversa a la mala calidad del aire.

La importancia de la información en tiempo real

Ante un panorama tan cambiante, la Junta de Castilla y León subraya la importancia de que cualquier persona que vaya a realizar actividades al aire libre se informe sobre la calidad del aire en su zona. La información es la herramienta más poderosa para proteger la salud personal y familiar en este contexto.

Para facilitar este acceso a la información, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha puesto a disposición del público diversas fuentes de datos en tiempo real. La propia Consejería lleva a cabo un seguimiento constante de este episodio y los datos pueden ser consultados en sus plataformas oficiales.

Se recomienda acceder a las siguientes fuentes para conocer la calidad del aire en la zona:

La situación es un claro recordatorio del devastador impacto de los incendios forestales, que trascienden la destrucción del ecosistema y amenazan directamente la salud de la población. La bruma de humo sobre el oeste de Castilla y León es una señal de alarma que no debe ser ignorada. El llamado a la precaución por parte de las autoridades es un ejercicio de responsabilidad pública y una medida vital para mitigar los efectos de una crisis ambiental que se agrava día tras día.

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