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El Consorcio Provincial de Turismo, participado por la Diputación de León y el Ayuntamiento de la ciudad, aprovecha el escaparate que ofrece de la Feria Internacional de Turismo – FITUR 2023 para presentar el reconocimiento de las Montañas de León como patrimonio agrícola mundial. Esta distinción concedida por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) identifica espacios únicos que destacan por sus valores paisajísticos, agronómicos, culturales y antropológicos.
El presidente de la Diputación de León y del Consorcio Turisleón, Eduardo Morán, será el encargado de presentar en Madrid el reconocimiento SIPAM como territorio en el que se enmarcan las siete Reservas de la Biosfera que alberga este territorio, en un acto previsto el jueves 19 en el stand de la Junta de Castilla y León.
Acto seguido está previsto un breve coloquio que congregará a representantes de los cinco territorios de España que cuentan con esta distinción. Hasta ahora estaban reconocidos el Valle Salado de Araña (Álava), el cultivo de la uva pasa en La Axarquía (Málaga), los olivos milenarios del Territorio Sénia (Tarragona, Teruel y Castellón) y el sistema de riego histórico de la huerta de Valencia. La FAO tiene reconocidos 72 sistemas de patrimonio agrícola repartidos en 23 países.
La provincia leonesa, que ha sido la última en sumarse a esta nómina mundial, organiza este encuentro que pretende conocer la experiencia del resto de territorios, las repercusiones que este reconocimiento ha supuesto y las líneas de trabajo de los mismos.
El Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial Montañas de León es “un extenso sistema agrosilvopastoril multiproductivo, biodiverso y basado en producciones autóctonas, que presenta una estructura en mosaico en la que las distintas producciones agrícolas, ganaderas y forestales se entremezclan y compatibilizan por cada unidad familiar».
Casi un centenar de ayuntamientos y 10.500 kilómetros cuadrados entran en la élite mundial de los denominados territorios SIPAM gracias a valores como sus 7 reservas de la biosfera, sus 13 sellos de calidad alimentaria (de los 16 de toda la provincia) y, principalmente, a esa forma tan singular de mimar tierras, bosques y pastos.
Con este nuevo reconocimiento, España suma ya cinco SIPAM y es el tercer país con mayor número, tras China y Japón. Una incorporación valorada por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al considerar que contribuirá “a la conservación de las montañas de León y al desarrollo sostenible de este entorno rural desde una perspectiva medioambiental, social y económica».
La mayor concentración de Reservas de la Biosfera del mundo
Uno de los aspectos que ha influido en este reconocimiento es el hecho de que la provincia de León ofrece la mayor concentración de Reservas de la Biosfera del mundo: Picos de Europa, Los Argüellos, Alto Bernesga, Valles de Omaña y Luna, Babia, Valle de Laciana y Ancares. Siete territorios unidos en una singular franja, la Cordillera Cantábrica, con una extensión de cerca de 200 kilómetros en el extremo norte de la provincia y una personalidad natural fascinante.
Hace más de 50 años que nació el Programa MAB, `Hombre y Biosfera´, en el seno de la UNESCO, como apuesta para alcanzar el equilibrio entre el hombre y su entorno. De este programa surgió la figura de Reserva de la Biosfera con el fin de reconocer los lugares superiores, excepcionales y únicos que persiguen ese equilibrio.
El primer reconocimiento en León llegó en el 2003 al Valle de Laciana. Ese mismo año repitió con los Picos de Europa y en el 2004 llegaba a Babia. En el 2005 se sumaban otros tres más, los del Alto Bernesga y Los Argüellos y los Valles de Omaña y Luna. Títulos a los que puso broche el ganado por los Ancares en el 2006.
Comarcas y pueblos históricos marcados por el retiro, la trashumancia y la vida en las brañas, con legados de una arquitectura tradicional de hórreos, majadas y chozos, con elementos tan icónicos como las pallozas en Los Ancares.
Territorios identitarios del oso pardo y el urogallo, que salvaguardan algunos de los sotos de castaños y bosques de robles, abedulares, hayedos y sabinas más espectaculares del norte de España, de grandes cavidades kársticas, de cuevas como la de Valporquero, reconocida a nivel turístico en todo el país, de hoces que muestran el poderío geomorfológico de los ríos como las de Vegacervera o Valdeteja…
Reservas engrandecidas por bellos valles, como los de Sajambre y Valdeón, marcando el inicio de una de las sendas más carismáticas, la del Cares; de caminos históricos como el Olvidado y el de San Salvador, rutas jacobeas del norte que transitan aprovechando en muchos de sus tramos los viejos caminos consolidados por los romanos.
Tierra cantábrica, atlántica en su verdor, agreste y alpina. El reino más secreto de una provincia bañada por un ancho mar de montañas y surcada de ríos señeros como el Luna, Omaña, Sil, Ancares, Burbia, Cares, Torío, Curueño, Sella o Bernesga.
Calidad agroalimentaria
Cuestión destacada en la elección de las Montañas de León como parte del Patrimonio Agrícola Mundial ha sido también la contrastada calidad de su producción alimentaria. Una calidad avalada por hasta 13 sellos oficiales que también están amparados por la marca Productos de León, creada de forma pionera hace casi 30 años por la Diputación.
El territorio de las Montañas de León presenta así una oferta gastronómica compuesta por los tradicionales embutidos de León, entre los que destaca la cecina, de vaca y de chivo, con su epicentro en Vegacervera, o el botillo; los vinos del Bierzo; la producción hortofrutícola de esta misma comarca (pimiento, pera, manzana, cereza, castaña…); las alubias de La Bañeza; el lechazo de Montañas del Teleno; las mantecadas de Astorga o la miel, cuya producción está experimentando un auge considerable y se encuentra en este momento entre las más cotizadas de Europa.