
El pasado domingo 17 de agosto, la Asociación Botánica de Castilla y León celebró en la localidad salmantina de Linares de Riofrío la entrega de premios de su certamen de fotografía, un evento que busca destacar el talento de los fotógrafos de la región y, al mismo tiempo, visibilizar la inmensa riqueza botánica de la comunidad. El objetivo es claro: fomentar el turismo botánico como motor de desarrollo en las zonas rurales.
El primer premio fue para Javier Domínguez Calvo, cuya fotografía capturó la belleza de una orquídea de largas brácteas (Himantoglossum robertianum L.) en Babilafuente (Salamanca). La imagen fue reconocida como la mejor del certamen, destacando la maestría del autor para retratar la singularidad de la flora regional.
El segundo galardón recayó en el abulense Víctor Javier Marugán Rábano, por una impresionante imagen de la orquídea abejera amarilla (Ophrys lutea L.) tomada en Íscar (Valladolid). Por su parte, el tercer puesto fue para Daniel Rebollo Sánchez, gracias a su fotografía titulada “Detalle silvestre”, que muestra una relojera (Erodium cicutarium L.) de la localidad salmantina de Cabeza del Caballo.
Más allá de la fotografía: fomento del turismo botánico
Desde la organización, se subraya que el propósito de estos premios va mucho más allá del mero reconocimiento artístico. Se trata de una iniciativa estratégica para fomentar el conocimiento y la conservación del patrimonio natural de Castilla y León. Al destacar la belleza de sus especies autóctonas, se invita a la gente a explorar las zonas rurales y a apreciar la diversidad botánica que albergan. De esta forma, se busca impulsar un tipo de turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que a la vez contribuya a la economía local.