Investigadores de la Universidad de León (ULE) estudian si una infección digestiva es la causa oculta de la enfermedad celíaca activa, un hallazgo que podría cambiar el abordaje de esta patología más allá de la dieta sin gluten. El proyecto, titulado ‘Papel de la infección como desencadenante de enfermedad celíaca activa’, ha sido distinguido con el XXII Premio de Investigación de la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten, dotado con 18.000 euros para continuar el estudio.
El equipo está dirigido por los investigadores de la ULE Nicolás Navasa y Leandro Rodríguez, que subrayan la relevancia de este respaldo. El grupo se declara “muy orgulloso” del reconocimiento, no solo por tratarse de un premio “muy competitivo, con grupos de gran nivel”, sino porque el galardón procede exclusivamente de las aportaciones económicas de las personas asociadas. Este apoyo ciudadano refuerza el vínculo entre la investigación biomédica y las necesidades reales del colectivo celíaco.
La hipótesis: la infección como detonante final de la lesión intestinal
El proyecto parte de una premisa clara: las respuestas inmunes al gluten no bastan por sí solas para explicar la destrucción del epitelio intestinal. Aunque la autoinmunidad frente al gluten es necesaria, no explica de manera completa la atrofia de las vellosidades intestinales, la lesión característica de la enfermedad celíaca activa.
Los investigadores plantean que los mecanismos que desencadenan esta atrofia serían independientes del gluten y que, hasta ahora, no se han identificado de forma concluyente. En este contexto, el equipo de la ULE explora si la infección digestiva puede actuar como detonante final, activando las células inmunes responsables del daño tisular.
De este modo, el estudio se centra en determinar si existe una infección digestiva como causa de la celiaquía activa, lo que abriría una nueva línea de investigación para comprender la enfermedad y diseñar terapias innovadoras.
Más de un centenar de biopsias y dos patógenos en el foco
Durante los últimos años, el grupo de la ULE ha participado en el Plan Epidemiológico Nacional de Enfermedad Celíaca, en colaboración con hospitales de referencia como el Hospital Universitario de León y el de Terrassa. Gracias a esta red, el equipo ha analizado 120 biopsias de pacientes.
En estas muestras, los investigadores han identificado dos patógenos intracelulares encontrados exclusivamente en la mucosa inflamada de pacientes con enfermedad celíaca activa. Esta observación convierte a estas bacterias en candidatas prioritarias para estudiar si una infección persistente puede desencadenar la fase activa de la enfermedad.
El objetivo es comprobar, resume Navasa, “si estos patógenos intracelulares desencadenan esa destrucción tisular observada en los pacientes celíacos”. Si se confirma esta hipótesis, la infección digestiva como causa de la celiaquía dejaría de ser una sospecha para convertirse en un nuevo paradigma en el diagnóstico y tratamiento.
Laboratorios punteros y un modelo experimental clave
La ULE cuenta con una infraestructura científica avanzada, que incluye animalarios con condiciones de bioseguridad, laboratorios equipados para biología molecular, citometría de flujo y análisis histológico, así como colaboraciones clínicas de referencia que facilitan la obtención y el estudio de biopsias humanas.
En este entorno, los investigadores han demostrado, en un modelo murino experimental de “enteropatía causada por gluten”, que la combinación de inmunidad frente al gluten y la infección con uno de los patógenos identificados provoca un intenso grado de destrucción tisular. En cambio, ni el gluten por sí solo ni la infección aislada logran producir ese nivel de daño.
Este resultado refuerza la hipótesis de que la infección actúa como detonante definitivo, activando a los linfocitos citotóxicos intraepiteliales responsables de la lesión intestinal. En otras palabras, los datos apoyan que podría existir una infección digestiva como causa de la celiaquía activa, más allá de la respuesta autoinmune al gluten.
Hacia tratamientos que reduzcan o sustituyan la dieta sin gluten
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su impacto potencial en los tratamientos. El estudio avanza en la identificación de agentes infecciosos que precipitan la enfermedad, lo que permitiría diseñar terapias basadas en intervenciones antimicrobianas.
Esta estrategia podría reducir la carga de la dieta sin gluten o incluso sustituirla en determinados casos, con un impacto directo en la calidad de vida de las personas celíacas. Los investigadores recuerdan que muchos pacientes continúan con síntomas y enteropatía a pesar de seguir de manera estricta la dieta, y que hasta el 40 % de los adultos no logra una recuperación completa.
Además, entre un 1 % y un 2 % desarrolla enfermedad celíaca refractaria, una complicación grave con opciones terapéuticas limitadas. En este contexto, demostrar que existe una infección digestiva como causa de la celiaquía abriría nuevas vías farmacológicas para los casos más complejos.
El equipo también subraya que la dieta sin gluten es difícil de cumplir, implica un coste económico elevado y puede generar carencias nutricionales, con repercusiones en el bienestar físico y psicológico. Por ello, el desarrollo de tratamientos complementarios o alternativos se considera una prioridad para el colectivo.
Un consorcio multidisciplinar con sello leonés
El grupo de investigación, dirigido por Nicolás Navasa y Leandro Rodríguez, está compuesto por los investigadores Xavier Casqueiro, Miguel Ángel Ferrero, Honorina Martínez, África Sanchiz, María Isabel San Martín, Alejandro Chamizo y Yaiza Carnicero.
Además, el proyecto integra colaboraciones con equipos clínicos y de investigación del Hospital Mutua Terrassa, el Hospital Universitario de León, la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC) de Madrid, la Universidad del País Vasco y el Instituto de Biomedicina y Genética Molecular (IBGM) de Valladolid.
A estas entidades se suman las empresas BioDatev y Microsvet, encargadas del análisis bioinformático y el procesamiento tisular, lo que refuerza el carácter multidisciplinar e innovador del proyecto.
Mientras la ciencia avanza, la ULE y la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten coinciden en un objetivo común: comprender mejor la enfermedad celíaca y ofrecer soluciones más eficaces y personalizadas a los pacientes, partiendo de la posible infección digestiva como causa de la celiaquía activa.