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El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, cumple hoy lunes su segundo aniversario al frente de la sede legionense. Y lo está haciendo con la participación en la convivencia del presbiterio diocesano que desde esta mañana y a lo largo de esta jornada está acogiendo el Seminario Mayor, dedicada a la reflexión sobre el Sínodo ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’ a partir del Documento de trabajo para la Etapa Continental-DEC ‘Ensancha el espacio de tu tienda’, con el fin de valorar “cómo nos afecta y cómo han de situarse presbíteros y diáconos permanentes ante este proceso sinodal”.
“ACCIÓN DE GRACIAS POR ESTOS DOS AÑOS”
En el aula magna del Seminario, ante una amplia representación de los presbíteros y diáconos permanentes que integran el clero diocesano, el obispo Luis Ángel ha señalado que “quiero dar gracias a Dios junto con todos vosotros por estos dos años que cumplo hoy en la Diócesis, de los que tengo mucho que agradecer al Señor, empezando por vosotros porque cuando me preguntas fuera de la Diócesis digo que tengo unos sacerdotes muy buenos, y lo digo así porque es lo que siento”. Además “junto a vosotros, creo que tenemos un laicado muy comprometido, muy ilusionado, con muchas granas de trabajar y colaborar, de tener un espacio de corresponsabilidad en la Iglesia, y hay que dar gracias a Dios por tener ese laicado” afirmó el pastor diocesano, quien recordó que “esas tres mil quinientas personas, que en más de doscientos grupos se han reunido y quieren seguir reuniéndose en este proceso sinodal en que nos encontramos, es un don de Dios y es un soplo del Espíritu que sin duda obedece también a lo que en otros tiempo se ha sembrado, fruto de una siembra de muchos años y de vuestro trabajo, junto con ese amplio número de personas de la Vida Consagrada dispuestas a trabajar, a colaborar y a compartir con esta Iglesia Diocesana de León, y todo estos son motivos para una inmensa acción de gracias”.
LIBRO LITÚRGICO ‘HORA INTERMEDIA’
Con el rezo de la Hora Intermedia comenzaba esta jornada de convivencia del presbiterio diocesano, enmarcada en el programa del curso del Ciclo de Formación Permanente del Clero, oración comunitaria que todos los participantes realizaban con el libro ‘Hora Intermedia y Exposición de la Sagrada Escritura’, cuya publicación conjunta por parte de la Diócesis y de la editorial Libros Litúrgicos de la Conferencia Episcopal ha promovido el obispo en un volumen de cuidada presentación en el que el padre Luis Ángel afirma que “ofrecemos a la Diócesis de León un sencillo y digno medio para orar y dar frutos en diferentes momentos eclesiales” puesto que “los momentos detenidos de adoración al Santísimo y del rezo de la Liturgia de las Horas nos ofrecen esta riqueza que nos ayuda a encontrarnos sinceramente con el Señor. Son, además, signo y cauce de comunión y pertenencia eclesial diocesana y universal”.
Jornada de oración y reflexión en este segundo aniversario de la llegada a la Iglesia de León por parte del padre Luis Ángel de las Heras, que el año pasado, en esta misma fecha vivía su primer aniversario en una jornada de viaje puesto que aquel día regresaba desde Roma a León, después de haber participado en su primera ‘visita ad limina apostolorum’ y haber mantenido un encuentro con el Papa Francisco en la audiencia que en aquella ocasión ofrecía el Santo Padre a los 24 prelados españoles que integraban el primer grupo del episcopado español en esta visita que se prolongaba en otros tres grupos episcopales hasta el día 29 de enero de este año 2022.
El padre Luis Ángel de las Heras aseguraba entonces que aquel primer aniversario como pastor de la Iglesia de León era una ocasión “para agradecer este año, que ha pasado rapidísimamente, un año de gracia con mi gratitud para tantas personas, sacerdotes, diáconos permanentes, seminaristas, laicos, personas consagradas, a todos gracias por vuestra acogida, por vuestro acompañamiento”.
Una valoración de aquel primer año de episcopado al servicio de la Iglesia de León y que ahora en este segundo aniversario remarca la memoria de aquel sábado día 19 de diciembre de 2020 cuando Don Luis Ángel de las Heras tomaba el relevo de Don Julián López, obispo emérito, en la histórica sede de San Froilán, en una celebración de “sucesión apostólica” que entonces, por la situación de alerta sanitaria, se desarrolló con aforo limitado y con medidas de seguridad para garantizar la distancia social entre las cerca de trescientas personas que acudían aquella jornada a la Pulchra Leonina.
En su primera homilía, aquel día 19 de diciembre de 2020, desde una referencia directa al primer templo de la Diócesis, el pastor diocesano afirmaba que “en la Pulchra Leonina, la esperanza del pueblo de Dios se ha hecho piedra y la voz de los discípulos misioneros se ha hecho luz y color; así la hermosura y vocación de perfección de esta Catedral son imagen de la Iglesia que nos precede en el anuncio del Evangelio y, al mismo tiempo, de la Iglesia que hemos de continuar edificando por medio de la cercanía con Jesucristo y con los hermanos”, para trazar entonces todo un programa de acción pastoral para los próximos años en el objetivo de hacer realidad “una iglesia de comunión, misionera, misericordiosa y samaritana que prepare con esfuerzo, gozo y esperanza los caminos del Señor”.
