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Hay que pensarlo muy bien antes de regalar mascotas en Navidad

Protectoras y veterinarios alertan sobre la "cosificación" de los animales y el drástico repunte de abandonos que se produce entre marzo y abril.

La Navidad es la época por excelencia de los regalos. Ya sea el 25 de diciembre con Papá Noel o el próximo 6 de enero con los Reyes Magos, la ilusión inunda los hogares. Sin embargo, en medio de esta vorágine consumista, muchos optan por regalar una vida: una mascota. Una práctica que, aunque tradicionalmente popular, es cada vez más desaconsejada por expertos, veterinarios y etólogos.

Incluso aunque el animal sea adoptado de un refugio —un gesto noble en sí mismo—, el consenso es claro: la Navidad no es el momento para introducir un animal en casa si es fruto de un regalo sorpresa.

Los animales no son un producto

La conciencia por el bienestar y los derechos de los animales ha aumentado notablemente en los últimos años. La sociedad española avanza, pero todavía queda camino por recorrer. Pese a que se ha conseguido que cada vez más gente rechace la compra de animales y se vean con mejores ojos las adopciones en refugios, el mensaje en estas fechas debe ser tajante: no se deben regalar mascotas, ni compradas ni adoptadas.

El objetivo principal de esta advertencia es no potenciar la idea de que una mascota es un objeto de consumo, un mensaje especialmente peligroso para los más pequeños de la casa. Un perro, un gato o cualquier otro animal conlleva una responsabilidad vitalicia (de 15 a 20 años en muchos casos). La decisión de tenerlo debe ser consensuada por toda la familia y profundamente estudiada, nunca fruto de un impulso navideño o un capricho pasajero.

Tal y como recoge la normativa actual, los animales son «seres sintientes». Empaquetarlos (metafóricamente o no) como un regalo refuerza la idea contraria: que son productos a nuestra disposición.

La avalancha de abandonos de primavera

La realidad de los datos avala la prudencia. Cada vez más refugios se suman a una iniciativa drástica: el cierre de adopciones durante la época navideña. Una práctica que, a priori, puede parecer perjudicial para los animales que esperan un hogar, pero que resulta necesaria al analizar las estadísticas.

Las protectoras denuncian un patrón cíclico y triste: en los meses posteriores a las fiestas, específicamente entre marzo y abril, aumenta notablemente el número de abandonos.

Tras la impulsividad navideña y la emoción inicial, muchos propietarios dejan de lado a la mascota al chocar con la realidad de la responsabilidad diaria (paseos, gastos veterinarios, educación, limpieza) que no siempre pueden o quieren asumir. Este fenómeno es especialmente cruel en el caso de los cachorros: una vez crecen y dejan de ser «peluches», pasados los primeros meses, el número de abandonos se dispara.

Casi 300.000 animales recogidos

Las cifras son alarmantes. Según datos de la Fundación Affinity, en 2024 las protectoras de animales recogieron a más de 292.018 perros y gatos en España. Contrario a la creencia popular de que solo se abandonan animales enfermos o viejos, la gran mayoría fueron razas mestizas y ejemplares adultos y sanos.

Por ello, la recomendación es clara: no precipitar la decisión. Asociar una mascota a un objeto de consumo fomenta su cosificación y aumenta el riesgo de que termine de nuevo en la calle.

Para aquellos que realmente deseen compartir su vida con un animal, los veterinarios recuerdan una opción intermedia y muy valiosa: la acogida temporal. Esta vía permite que animal y humano se vayan conociendo y que las familias experimenten lo que supone de verdad cuidar de una mascota antes de dar el paso definitivo de la adopción.

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