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Finalizan las obras de renovación del Torreón de Los Pernía de Otero de Escarpizo tras una inversión de 55.000 euros

El delegado territorial firma el acta de fin de unas obras que han supuesto la reparación parcial de la cubierta y de los sistemas de evacuación de pluviales

Finalizan las obras de reforma y acondicionamiento del Torreón de los Pernía, situado en Otero de Escarpizo, tras una inversión de 54.588 euros por parte de la Consejería de Cultura y Turismo.

La renovación de este inmueble se ha desarrollado a través de varias líneas de actuación con el objetivo de solucionar los problemas de conservación que presentaba el edificio. Para ello, se ha procedido a la reparación parcial de la cubierta y de los sistemas de evacuación de pluviales; la conservación de la fachada principal, con especial cuidado sobre la restauración de los escudos; y la reforma de los acabados exteriores del edificio auxiliar.

El delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego, acompañado por la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Amelia Biaín, y la alcaldesa del municipio, María Teresa García, ha visitado este Centro Cultural Etnográfico para firmar el acta de fin de obras y comprobar de primera mano los detalles de la intervención.

Torreón de los Pernía

Este Bien de Interés Cultural forma parte del acervo cultural de la localidad de Otero de Escarpizo y es la única muestra de arquitectura palaciega del entorno. En este aspecto, cabe destacar que esta casona palacio cuenta con tres escudos de valor histórico, alojados en sus muros, que son indisolubles e inalterables de su situación.

El edificio consta de un volumen rectangular de dos plantas, construido probablemente a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, que contaba con un torreón adosado de tres plantas. Además, se cree que el edificio tuvo un corral posterior que completaba la forma original de un cuadrado, del que se intuyen huellas en los muros laterales del torreón y restos de basas o pilares dispersos por el edificio.

El palacio, residencia de la familia Pernía o de sus herederos hasta hace apenas 70 u 80 años, pasó posteriormente a manos de la Iglesia, que dispuso su utilización como residencia de jóvenes hasta hace unos 50 años. A partir de entonces, su uso como edificio de cuadras para el ganado y su abandono posterior aceleraron su deterioro hasta su recuperación para usos culturales por el Ayuntamiento de Villaobispo de Otero, mediante la rehabilitación integral en 2004, así como del artista local Benito Escarpizo, que actuó como alma mater y promotor de la actuación, y a las subvenciones de distintas administraciones.

 

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