Gracias a un nuevo tipo de escáneres, los que tienen el sistema EDSCB (Explosive Detection System for Cabin Baggage), los viajeros podían pasar el control sin tener que sacar los líquidos de la maleta de mano.
Una práctica muy habitual que alargaba el tiempo de espera, pues había que sacar los líquidos y dispositivos electrónicos fuera del equipaje de mano, depositarlo en una bolsa especial y meterlo al control.
Con estos escáneres se decía adiós a esta práctica y los controles de accesos a la zona de embarque eran mucho más rápidos. Además, estos nuevos sistemas permitían llevar más de 100 ml en la mochila o maleta de mano.
Es cierto que no se habían instaurado en todos los aeropuertos de la Unión Europea, pero muchos ya los habían adquirido y estaban funcionando o realizando pruebas.
Pero a partir del 1 de septiembre habrá que volver a la forma tradicional y sacar de nuevo los líquidos.
Restricciones a partir del 1 de septiembre
Según ha anticipado la Comisión Europea, a partir de septiembre habrá que llevar de nuevo envases de como máximo 100 mililitros en el equipaje de mano.
«La Comisión Europea aplicará temporalmente restricciones al control de líquidos en los aeropuertos de la UE que utilicen sistemas EDSCB», ha confirmado en un comunicado.
Esta medida de precaución no responde a ninguna nueva amenaza, sino que aborda un problema técnico temporal, han remarcado desde la Comisión.
Según las explicaciones ofrecidas, se está trabajando para mejorar los sistemas y corroborar que se cumplen unos estándares altos de seguridad.
Sobre cuándo se podría volver a eliminar el límite de 100 ml y a no tener que sacar los líquidos en los aeropuertos con dichos escáneres no hay ninguna fecha estimada.
Una directriz que no ha gustado nada a las entidades aeroportuarias, pues la compra, instalación y mantenimiento de estos escáneres supuso un fuerte desembolso.
Y para los viajeros tampoco ha sido un plato de buen gusto, pues tendrán que volver a pasar más tiempo en las colas de control y a mirar muy atentamente la cantidad de líquidos que llevan si no quieren que se lo requisen antes de subir al avión.