España ha confirmado oficialmente que no participará en Eurovisión 2026 y que RTVE no emitirá ninguna de las galas del certamen europeo que se celebrará en Austria. La decisión se hizo pública tras la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), en la que se ratificó la participación de Israel pese a las críticas de varios países.
La medida supone que España no estará en Eurovisión 2026 por primera vez desde su debut en 1961, poniendo fin a más de seis décadas de presencia continuada en el festival de la canción.
Una ruptura con más de 60 años de historia
Hasta ahora, España figuraba entre los países que nunca se habían retirado del concurso desde su primera participación. En este periodo, logró dos victorias consecutivas (1968 y 1969) y once presencias entre los cinco primeros puestos, además de consolidarse como uno de los miembros del denominado “Big Five”, el grupo de grandes contribuyentes económicos al festival.
La retirada de España de Eurovisión 2026 rompe ese récord histórico y redefine su relación con el certamen, en un contexto de creciente tensión política y mediática alrededor del concurso musical.
Motivos de la decisión: Israel, Gaza y la neutralidad del festival
RTVE había advertido en los últimos meses de que España no participará en Eurovisión 2026 si Israel se mantenía en la lista de países presentes. La corporación pública vinculó su postura a la situación humanitaria en Gaza y a lo que considera una utilización política del festival por parte de la emisora israelí.
En la Asamblea de la UER, la propuesta de sancionar o suspender temporalmente a Israel no salió adelante. La votación terminó con 738 votos a favor de mantener a Israel, 264 en contra y 120 abstenciones, según fuentes presentes en la reunión. RTVE y otros países críticos consideraron insuficientes las reformas anunciadas para reforzar la neutralidad del certamen.
Ante este escenario, la dirección de la corporación española entendió que no se daban las condiciones para continuar en el concurso y confirmó la retirada de España de Eurovisión 2026, así como la renuncia a pagar el canon de participación y los derechos de emisión.
Un boicot compartido con otros países europeos
La decisión española no es aislada. Varios medios internacionales y europeos han señalado que Países Bajos, Irlanda, Eslovenia e Islandia también han optado por no estar en Eurovisión 2026 en protesta por la presencia de Israel, configurando uno de los boicots más significativos en la historia reciente del festival.
La salida de España supone además una pérdida notable dentro del grupo de grandes financiadores del certamen, lo que podría afectar al equilibrio económico y de audiencias del concurso en la próxima edición.
Impacto en audiencias y en la industria musical española
Más allá de la dimensión política, la retirada tiene un impacto directo en la industria musical y en la televisión pública. La final de Eurovisión 2025 reunió en España a casi seis millones de espectadores y alcanzó una cuota de pantalla superior al 50 %, convirtiéndose en uno de los eventos televisivos del año.
Con la decisión de que España no participará en Eurovisión 2026, RTVE tampoco emitirá las semifinales ni la final del festival. Esto implica renunciar a una de sus grandes citas anuales de audiencia, así como a la visibilidad internacional que el certamen brinda habitualmente al representante español y a su entorno creativo.
Para la escena musical, la ausencia en el festival supone perder una plataforma de promoción a gran escala. El representante español, su equipo artístico, compositores y sello discográfico dejan de contar con un escaparate europeo que, pese a los resultados variables, sigue siendo un motor de proyección y streaming para muchas carreras.
El futuro del Benidorm Fest sin Eurovisión
Una de las grandes incógnitas tras conocerse que España no participará en Eurovisión 2026 se centraba en el futuro del Benidorm Fest, el certamen que desde 2022 servía como preselección nacional. RTVE ha confirmado que el festival seguirá celebrándose en 2026, manteniendo su formato competitivo y reforzando su identidad propia como evento musical independiente.
La edición de 2026, prevista entre el 10 y el 14 de febrero, contará con 18 participantes y un premio económico de 150.000 euros para el ganador, además de consolidarse como plataforma de lanzamiento para nuevos artistas. El evento acumula ya más de 200 millones de reproducciones de sus canciones ganadoras en plataformas digitales, lo que demuestra su peso creciente en la industria musical española.
De este modo, el Benidorm Fest se convierte en el principal escaparate televisivo de la música pop nacional, aunque ya no tenga, al menos de momento, la misión de elegir a la candidatura española para Eurovisión.
Escenario abierto a una posible vuelta
RTVE ha dejado la puerta entreabierta a un eventual regreso. La corporación ha insistido en que la decisión de que España no participará en Eurovisión 2026 responde al contexto actual y a la situación de la próxima edición, marcada por la presencia de Israel y el debate sobre la neutralidad del concurso.
Si en futuras convocatorias la UER introduce cambios sustanciales en las normas o se alcanza un consenso más amplio sobre el papel de los países implicados en conflictos internacionales, la situación podría reabrirse. De momento, la edición de 2026 se celebrará en Austria sin España, en un escenario de incertidumbre sobre el impacto real del boicot en audiencias, patrocinios y credibilidad del festival como espacio de celebración musical y no de confrontación política.