
Teatro de La Abadía y Entrecajas Producciones acercan al Auditorio Ciudad de León ‘Viejos tiempos’, la obra aclamada por la crítica enmarcada en la programación de Artes Escénicas del primer semestre del año para adultos y que ya ha colgado el cartel de entradas agotadas. La representación, con una duración de 90 minutos, subirá al escenario el próximo jueves 15 de mayo a las 20:30 horas.
Los intérpretes Ernesto Alterio, Marta Belenguer y Mélida Molina, bajo la dirección de Beatriz Argüello, serán los protagonistas de una de las obras cumbre de la dramaturgia de Harold Pinter, reconocido autor del teatro británico y ganador del Premio Nobel de Literatura en 2005. ‘Viejos tiempos’ es un ejemplo de cómo la imaginación y el recuerdo pueden afectar a nuestra visión del pasado y a la forma de vivir el presente. Escrita en 1971, fue estrenada por la Royal Shakespeare Company bajo la dirección de Peter Hall.
Sinopsis
Anna, amiga de la juventud de Kate, visita la casa donde esta última vive con Deeley, su marido. La inesperada aparición de la mujer, veinte años después, detona un juego de sospechas, celos, deseo y dudas, donde la frontera entre la realidad y la fantasía se desdibuja.
La atracción que produce ‘Viejos tiempos’ de Harold Pinter reside en el secreto que esconde, en el misterio, no tanto de la trama como de sus tres protagonistas.
La llegada de Anna a la casa de Kate y Deeley desencadena una sucesión de recuerdos en cada uno de ellos, cargados de impactos emocionales, que provocan la utilización de estos como arma arrojadiza hacia el otro. El pasado se modifica cada vez que alguien habla de él y pareciera estar más vivo que el presente. Los acontecimientos tienen lugar a medida que son recordados. Los recuerdos se materializan a modo de ficción en el presente, son contados, actuados, son, por tanto, un hecho teatral en sí mismos. ¿Y no es el teatro una brecha entre el presente que nos conduce a una manera diferente de percibir el tiempo?
En palabras de Argüello, “Pinter disecciona en este magnífico texto a tres personas complejas que luchan por encontrar espacios comunes en los que reconstruir un pasado borroso e inarticulado donde las palabras no tienden puentes, sino que levantan muros apenas comunicables llenos de ferocidad y violencia. Tres transeúntes del tiempo, tres soledades que guarda cada una un secreto. Quizá sea el mismo en los tres, quizá el misterio del tiempo no solo les envuelva a ellos los observamos desde el patio de butacas…”