
Estos días se está hablando mucho en los medios de comunicación del reciente caso de presunto maltrato en una escuela infantil privada Cascanueces de Torrejón de Ardoz en Madrid, hecho que condenamos firmemente desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE). Pero queremos destacar que, a pesar de este lamentable incidente, la mayoría de las escuelas infantiles en España operan de manera adecuada y segura.
Ante el reciente caso de presunto maltrato en la escuela infantil Cascanueces de Torrejón de Ardoz, que ha generado una comprensible alarma social, que no es extensible a otros centros y es importante destacar que este incidente representa una excepción en un sistema educativo que, en su mayoría, funciona de manera adecuada y comprometida con el bienestar de los menores.
Como afirma Juan Sánchez Muliterno, presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE), organización que lleva más de 30 años al servicio de la educación infantil y de sus profesionales, “en todas las instituciones puede haber manzanas podridas, pero una no debe afectar al resto”.
Las escuelas infantiles en España, tanto públicas como privadas, están sujetas a estrictas normativas que garantizan la calidad educativa y la seguridad de los niños. Estas instituciones cuentan con personal cualificado y proyectos educativos que promueven el desarrollo integral de los menores, fomentando su felicidad, autonomía, socialización y aprendizaje en un entorno seguro y estimulante.
Y destaca además el Presidente de esta asociación, que el hecho de que fueran las propias empleadas las que dieran la vos de alarma, indica el compromiso con la primera infancia y el bienestar infantil que tienen los profesionales del primer ciclo.
El caso de Torrejón de Ardoz ha sido rápidamente abordado por las autoridades competentes, demostrando la eficacia de los mecanismos de control y supervisión existentes. La rápida actuación de una trabajadora en prácticas, que denunció los hechos, y la intervención de la Policía Nacional, que detuvo a las presuntas responsables, evidencian el compromiso de la sociedad y las instituciones en la protección de la infancia. Es fundamental no generalizar este hecho aislado a la totalidad del sistema de educación infantil en España.
Miles de profesionales trabajan diariamente con dedicación y vocación en las escuelas infantiles, ofreciendo un servicio esencial para las familias y contribuyendo al desarrollo de los niños en sus primeros años de vida. Desde las organizaciones educativas, se continuará trabajando para reforzar los mecanismos de supervisión y garantizar que todos los centros cumplan con los estándares de calidad y seguridad que merecen nuestros menores.