
El grupo municipal del Partido Popular en Boñar ha encendido todas las alarmas sobre el estado financiero del Ayuntamiento. La oposición califica la gestión del equipo de gobierno socialista de «opaca y deficiente», alertando de la existencia de facturas sin pagar y retrasos en el abono de salarios que han obligado a tomar medidas extraordinarias para evitar la parálisis municipal.
El Partido Popular de Boñar ha calificado de «límite» la situación actual que atraviesa el Ayuntamiento, señalando directamente a la gestión del alcalde socialista y su equipo de gobierno como los causantes de un escenario marcado por la inestabilidad financiera. Según denuncian los populares, esta «incapacidad manifiesta de gestión» ha provocado retrasos en el pago de las nóminas a los trabajadores municipales y en el abono de facturas a los proveedores.
La crítica de la oposición se centra en una administración que definen como «personalista y opaca». Entre las irregularidades detectadas, el PP destaca la existencia de «facturas en el cajón», una evidente falta de planificación presupuestaria y una gestión de subvenciones al límite de los plazos, llegando a citar ayudas pendientes desde el año 2022.
Un «voto de responsabilidad» para evitar el bloqueo
La tensión financiera obligó a la celebración de un pleno extraordinario reciente, donde el PP optó por ejercer un «voto de responsabilidad». Los concejales populares respaldaron el levantamiento de los reparos de legalidad planteados por la Secretaría General.
Esta maniobra técnica era indispensable para que la plantilla municipal pudiera cobrar la nómina de diciembre y los proveedores recibieran sus pagos. «Hemos salvado esta situación ahora, pero no es más que un parche para tapar la incompetencia del alcalde», aseguran desde la formación, insistiendo en que su voto favorable buscaba únicamente evitar «el colapso financiero y la pérdida de subvenciones».
Temor a una intervención de las cuentas
El grupo popular ha querido desvincularse de las causas que han llevado a este punto, asegurando que desconocían la gravedad del asunto hasta el momento de la comisión informativa debido a que el Gobierno local «reiteradamente oculta información».
La preocupación del PP va más allá de los retrasos puntuales. Advierten que los problemas de impagos no son meros «errores administrativos», como defiende el equipo de Gobierno, sino el resultado de «años de falta de dirección política».
La advertencia final de los populares es contundente: si no se corrige el rumbo y se actúa con responsabilidad, existe un riesgo real de que las cuentas del Ayuntamiento terminen siendo intervenidas por el Tribunal de Cuentas, lo que supondría un duro golpe para la autonomía y la imagen del municipio.
