
La licitación de la asistencia técnica para redactar el proyecto de la segunda fase de San Marcos ha desatado una ola de críticas por parte de los parlamentarios del Partido Popular de León, quienes no han dudado en calificar de “triunfalismo vacío” el anuncio realizado por el PSOE y su secretario provincial, Javier Alfonso Cendón. Los populares acusan al partido de gobierno de utilizar este paso como una “cortina de humo para tapar un proyecto mutilado que, en el mejor de los casos, tendrá la mitad de habitaciones de las anunciadas”.
La polémica gira en torno a lo que el PP considera un engaño sistemático hacia los leoneses respecto a la envergadura y los tiempos de ejecución de esta trascendental obra para la provincia. Según los parlamentarios populares, que se muestran visiblemente indignados, la licitación de este proyecto “no es más que un pequeño avance, y además retrasado” para un proyecto “anunciado en siete ocasiones” y que, ahora, se revela con un alcance considerablemente menor al prometido inicialmente.
Un proyecto «mutilado» y lejos de ser referente
La principal preocupación de los representantes del PP de León reside en la drástica reducción del número de habitaciones previstas. “No es un gran avance que se licite un proyecto anunciado en siete ocasiones que tendrá un máximo de 100 habitaciones, la mitad que antes del cierre”, sentencian los parlamentarios. Esta merma, aseguran, aleja la posibilidad de que San Marcos se convierta en el “referente nacional de congresos, eventos y del bienestar y la salud” que el PSOE “avanzó a bombo y platillo”. La visión original de un complejo turístico de primer nivel, capaz de competir a nivel nacional e internacional, parece desvanecerse ante lo que el PP describe como una “versión descafeinada” del proyecto.
Además de la reducción de capacidad, la incertidumbre sobre los plazos es otro de los puntos que más irrita a los populares. “No existen ni plazos para el inicio de las obras ni para su finalización”, lamentan, augurando que, en el mejor de los escenarios, las obras se iniciarían “cuando haya finalizado esta legislatura”. Esta situación, aseveran, demuestra, una vez más, “la incapacidad del Gobierno de Pedro Sánchez para cumplir con León”. Las promesas incumplidas y los retrasos acumulados en diversas infraestructuras y proyectos en la provincia son un lastre que el PP no deja de recordar, especialmente en un contexto preelectoral.
Demandas de explicaciones y contradicciones evidentes
Los parlamentarios del PP de León exigen al Gobierno “dé explicaciones” a los leoneses sobre los reiterados “recortes” del proyecto que, en su día, fue “avanzado por el Gobierno” con una magnitud mucho mayor. La situación se agrava, según el PP, al contradecir “de un modo flagrante” lo anunciado por el delegado del Gobierno y el secretario provincial del PSOE a comienzos de este año, quienes “aseguraban que la segunda fase tendrá, al menos, 100 habitaciones”. Esta disparidad en las declaraciones genera una desconfianza generalizada y un sentimiento de que las promesas no se corresponden con la realidad de los hechos.
En este sentido, los populares se preguntan: “¿Qué justifica, desde el punto de vista técnico o económico, esta constante reducción del proyecto y de la inversión?”. La falta de transparencia y la ausencia de justificaciones sólidas para estas modificaciones son, para el PP, inaceptables. “Los leoneses merecen explicaciones claras y concretas sobre este grave recorte”, concluyen los parlamentarios, reclamando una rendición de cuentas detallada por parte de las autoridades pertinentes. La ciudadanía, insisten, no puede ser meros espectadores de promesas que se desvanecen con el tiempo.
Presión del PP y el fantasma de Torneros
A pesar del anuncio, el PP de León atribuye la licitación de este contrato de asistencia técnica a la “presión constante e incansable” de sus parlamentarios nacionales en el Congreso y el Senado. Han sido ellos, aseguran, quienes han luchado “para mantener viva la cuestión y exigir resultados frente a la pasividad socialista”. Esta insistencia, afirman, ha sido clave para que el proyecto, aunque sea en su versión reducida, no caiga en el olvido.
Sin embargo, los populares también lanzan una advertencia, recordando que la elaboración del proyecto “no es garantía” de que se pongan en marcha las obras. Para ello, ponen como ejemplo la plataforma logística de Torneros, “cuyo proyecto de ejecución duerme el sueño de los justos” pese a estar redactado hace varios años. Este precedente genera escepticismo sobre la voluntad real del Gobierno de llevar a cabo la segunda fase de San Marcos en un tiempo razonable, más allá de la redacción de los planes. La preocupación radica en que el anuncio actual sea solo un mero trámite burocrático sin un compromiso firme de ejecución.
En definitiva, la postura del Partido Popular de León es clara: el anuncio de la licitación es insuficiente y tardío, un intento de desviar la atención de un proyecto que ha sufrido recortes sustanciales y que carece de un calendario de ejecución claro. La historia de San Marcos, para el PP, es un reflejo de la falta de compromiso del Gobierno central con la provincia de León y una muestra de un «triunfalismo» que no se corresponde con la realidad de los hechos. La batalla por la integridad del proyecto de San Marcos parece que continuará en la agenda política leonesa.