Una unidad internacional de investigadores liderados por las climatólogas Alexandra Jahn, de la Universidad de Boulder (Estados Unidos), y Céline Heuzé, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), ha usado modelos informáticos con los que se puede pronosticar cuándo podría causarse el primer día sin capa helada en el océano más nórdico.
Un Ártico sin hielo podría tener efectos muy negaticos para la biosfera, así como para el clima terrestre, ya que los patrones meteorológicos cambian. «El primer día sin hielo en el Ártico no cambiará las cosas drásticamente», dijo en un comunicado Alexandra Jahn, miembro del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de CU Boulder. Sin embargo, continúa diciendo que «demostrará que hemos alterado fundamentalmente una de las características definitorias del entorno natural en el Océano Ártico, que es que está cubierto de hielo marino y nieve durante todo el año, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero».
Con el fin de llegar a la determinación de que el norte del planeta se quede sin hielo en menos de 3 años, los analistas estudiaron la situación utilizando los resultados de más de 300 simulaciones por ordenador. También, llegaron a la conclusión de que los modelos preveían que el primer día sin hielo podría ocurrir entre 9 y 20 años después de 2023, de manera independiente a la manera en que se desarrollen las emisiones de gases de efecto invernadero.
En septiembre, el NSIDC (National Snow and Ice Data Center) alertó de que se había producido el día con la menor cantidad de agua marina congelada en el Ártico; el mínimo de hielo marino se convirtió en uno de los más bajos registrados desde 1978. El mínimo de este año estuvo por encima del histórico, en 2012; el dato se quedó en 4,28 millones de kilómetros cuadrados de hielo marino en el Antártico. Sin embargo, es un marcado descenso si se compara con la cobertura media de 6,85 millones de kilómetros cuadrados entre 1979 y 1992. Además, cuando el Ártico tiene menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de hielo, los científicos creen que está libre de ello.
Conforme el clima va subiendo en consecuencia del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el hielo marino en el Polo Norte se ha terminado a una vertiginosidad sin precedentes de más del 12% de cada década.
Pese a que 9 simulaciones llegaran a la conclusión de que el día sin hielo podría ocurrir en 3 años, las investigadoras aseguran que no está todo perdido. «Cualquier reducción de las emisiones ayudaría a preservar el hielo marino«, remarca Jahn. También, bajaría el tiempo que el océano permanece sin hielo.