Las croquetas tienen una historia bastante interesante. Se cree que su origen se remonta a Francia en el siglo XVIII, donde se les conocía como «croquettes». La palabra proviene del término francés «croquer», que significa crujir, haciendo referencia a su textura exterior.
Con el tiempo, este plato se ha adaptado a diversas culturas, dando lugar a una variedad de recetas que incluyen desde jamón y pollo hasta opciones vegetarianas. Hoy en día, las croquetas son un símbolo de la gastronomía española y un favorito en muchas mesas, perfectas para compartir y disfrutar en cualquier ocasión.
Inicialmente, las croquetas se hacían con carne, pero con el tiempo se fueron adaptando y diversificando en diferentes culturas. En España, por ejemplo, se popularizaron en el siglo XIX y se convirtieron en un plato muy querido, con rellenos que varían desde jamón y pollo hasta verduras y pescados.
A lo largo de los años, las croquetas han evolucionado y se han adaptado a los gustos locales, convirtiéndose en un aperitivo o plato principal en muchas cocinas del mundo. Su versatilidad y sabor las han hecho un favorito en las mesas de muchas familias. ¡Y quién puede resistirse a una croqueta crujiente y deliciosa!