El anuncio, realizado en una rueda de prensa en Greenbelt, Maryland, no solo reafirma la clasificación astronómica del objeto, sino que también desmiente rotundamente las teorías populares que sugerían que podría tratarse de tecnología alienígena.
El 3I/Atlas fue detectado por primera vez en julio de 2025 por el telescopio Atlas en Chile. Desde entonces, su inusual trayectoria a través de nuestro sistema solar procedente de regiones desconocidas lo había convertido en un foco de intenso escruti
Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, abordó las hipótesis alternativas, calificando al 3I/Atlas como «nuestro amigable visitante del sistema solar». Fox fue enfática al descartar otras posibilidades: «Se comporta como un cometa y no hemos observado ninguna señal tecnológica ni nada que nos lleve a pensar que se trata de otra cosa que no sea un cometa».
El administrador asociado de la NASA, Amit Kshatriya, inició la rueda de prensa con el claro objetivo de disipar los rumores, aunque también aprovechó para recordar el genuino interés de la agencia en la búsqueda de vida más allá de la Tierra, citando la reciente investigación sobre posibles indicios de antigua vida microbiana en Marte.
El 3I/Atlas es apenas el tercer objeto interestelar que los astrónomos han podido rastrear cruzando nuestro sistema solar, siguiendo a 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Los cometas son cuerpos celestes compuestos de material rocoso y helado que se subliman al aproximarse a una estrella.
Los científicos de la NASA estiman que este viajero cósmico es «probablemente incluso más antiguo que el sistema solar», que se formó hace unos 4.500 millones de años. Aunque su punto de origen exacto es desconocido, los expertos creen que proviene de un sistema solar más antiguo. La agencia ha asegurado que el 3I/ATLAS no representa ninguna amenaza para la Tierra, y su máximo acercamiento será a unos 275 millones de kilómetros.