
La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, inauguró hoy la exposición Ciertos deslumbramientos, una propuesta que, según destacó, “lleva la literatura a las paredes del Museo de León, evidenciando la fuerza reveladora de las palabras bien escritas y promoviendo el diálogo entre los museos provinciales y la creación contemporánea en todas las disciplinas artísticas”. Además, subrayó “el papel fundamental de los museos provinciales en la investigación, conservación y difusión del patrimonio y las artes de Castilla y León. Estos centros no se limitan a custodiar el pasado, sino que también abren sus puertas a la creación actual, estableciendo un puente con la belleza histórica que albergan”.
La muestra reúne cerca de 30 fotografías del leonés José Ramón Vega, acompañadas por textos del escritor Tomás Sánchez Santiago, galardonado con el Premio de la Crítica de Castilla y León en 2018. Sancho resaltó que “Castilla y León es una tierra de grandes escritores; de los 42 autores distinguidos con el Premio Cervantes, siete son de esta comunidad, como el leonés Luis Mateo Díez, nuestro más reciente representante”.
Ciertos deslumbramientos presenta imágenes que sugieren espacios narrativos sutiles y momentos detenidos, llenos de luz. Una luz que oscila entre lo deslumbrante y lo tenue, configurando atmósferas visuales únicas. Estas fotografías forman parte de las portadas de la colección literaria De la belleza, editada por Eolas bajo la coordinación del escritor Gustavo Martín Garzo.
El proyecto refleja la colaboración creativa entre José Ramón Vega y Tomás Sánchez Santiago, quienes ya habían trabajado juntos anteriormente. Su trabajo conjunto, definido como una “unidad poética”, busca evocar sensaciones y sentimientos en torno a la palabra y la imagen. La conexión entre ambos surgió a partir de la publicación del libro La belleza de lo pequeño (Eolas Ediciones), escrito por Sánchez Santiago, lo que marcó el inicio de este fructífero intercambio artístico.
El título de la exposición, Ciertos deslumbramientos, surgió como un acuerdo entre los autores tras un proceso creativo que incluyó ajustes y precisiones. Las fotografías de Vega sirvieron de inspiración para los textos de Sánchez Santiago, quien destaca el vitalismo presente en el trabajo del fotógrafo berciano.
Según Sánchez Santiago, José Ramón Vega pertenece a una generación de artistas que descubren la vitalidad oculta en la materia, estableciendo conexiones inesperadas entre lo conocido y lo imprevisto, lo duradero y lo efímero. Sus imágenes no solo documentan hechos, sino que también desvelan revelaciones.
Esta exposición, que combina la fotografía con la literatura, celebra la capacidad de las imágenes para contar historias y conectar disciplinas artísticas, impulsando así la difusión de la lengua y la literatura.