
El Museo de la Emigración Leonesa abrirá hoy al público su tradicional Altar del Día de Muertos, que en esta edición estará dedicado a Frida Kahlo, una de las artistas mexicanas más influyentes del siglo XX.
El Altar u Ofrenda recrea retazos de la vida y obra de Frida, sus famosos autorretratos y el agitado universo que creó junto al muralista Diego Rivera. Un montaje lleno de color y con todos los elementos más típicos de la tradición mexicana. Declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el Día de Muertos es una de las fechas más señaladas del calendario azteca y su máxima expresión son los Altares, con los que los vivos rinden homenaje a los difuntos. Papel picado, catrinas, alebrijes, cráneos, flores, velas… El personal del Museo adentrará a los visitantes en el simbólico mundo de las ofrendas, para que conozcan su significado, qué elementos deben incluir y cómo se vive esta tradición en México.
El Altar estará abierto al público en el interior del Museo desde hoy hasta el próximo 16 de noviembre.
Para esta edición 2025 del Altar, el MeL ha previsto nuevamente una visita comentada por personal del Museo, a precios populares y con fines benéficos. La recaudación se destinará en esta ocasión a la organización leonesa Aldis Salud Mental. El Altar dispondrá de distintos horarios de visita a lo largo de la jornada. Habrá dos tipos de pases:
– Quienes deseen realizar una visita guiada que incluya la Casa-Museo y el Altar (8€) podrán acudir en los siguientes horarios hasta completar aforo: 13.00 horas; 17h.; y 18.30 h. Dispondrán de tarifas reducidas para niños de 7 a 12 años; desempleados; mayores de 65; personas con discapacidad; estudiantes con carnet y grupos de 12 personas. Sábados y domingos habrá una visita adicional a las 11h.
-Quienes deseen realizar únicamente la visita al Altar (3€) podrán acudir en los siguientes horarios: 10.30 horas; 11.00 h; 11.30 h; 12.00 h; 12.30 h; 13 h; 16.30 h; 17.00 h; 17.30 h; 18.00 h; 18.30 h; 19.00 h.
En ambos tipos de pases, la visita será gratuita para menores de 7 años.
El Altar de Muertos es una de las tradiciones más arraigadas de México. Las familias adornan las tumbas y preparan altares u ofrendas para recordar a sus seres queridos. Música, velas, flores, bebida, comida…. Se tiene la creencia de que las almas de los difuntos regresan para reencontrarse con los suyos y disfrutar de sus objetos personales, sus platos preferidos y todas aquellas cosas que con mimo sus familiares les colocan en su Altar.
Talleres infantiles los fines de semana y visitas de centros escolares
La tradición del Día de Muertos se convertirá en protagonista indiscutible de la actividad del Museo en las próximas semanas y decenas de escolares leoneses ya están programando su visita al Altar de Muertos. Los alumnos conocerán la historia de la emigración española al otro lado del Atlántico y se sumergirán en esta colorida tradición que desprende un gran amor por la familia y los antepasados. Además de las visitas guiadas, se realizarán también talleres vinculados al Día de Muertos para los centros escolares y se proyectará en fechas próximas al 1 de noviembre el tradicional taller de fin de semana de maquillaje y tocados para convertir a los niños y niñas leonesas en auténticos catrines y catrinas. La información de estos talleres se podrá consultar a partir de mañana en la web del Museo www.museoemigracionleonesa.org, donde se podrán realizar las inscripciones.
Frida Kahlo, protagonista del Altar
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, que así se llamaba, nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán (una de las demarcaciones territoriales de Ciudad de México). La mayor parte de su obra, en torno a 150 creaciones, son autorretratos, en los que proyectó las dificultades que siempre tuvo para sobrevivir. Su vida estuvo marcada por un grave accidente de autobús que sufrió en su juventud y que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos, además de dejarle secuelas y dolores para siempre. Aprendió a pintar postrada (sus padres encargaron un caballete para que pudiera colocarlo en la cama) y llegó a someterse hasta a 32 operaciones quirúrgicas.
Frecuentó círculos políticos, estudiantiles y junto al muralista Diego Rivera tejió una complicada historia de amor, arte e infidelidades. Con él compartiría el gusto por el arte popular mexicano de raíces indígenas.
Frida nunca quiso encasillar su arte, ni siquiera cuando la incluían como exponente del surrealismo, y algunas de sus frases siguen siendo icónicas a día de hoy. La más conocida, cuando sufre la amputación de la mitad de su pierna derecha y escribe en su diario: “Pies para qué los quiero si tengo alas pa´ volar”.