
La gestión de flotas de vehículos se ha convertido en uno de los principales retos del sector logístico. Según la compañía 1NCE, la incorporación de la tecnología IoT (Internet of Things) permite reducir el consumo de combustible hasta en un 25%, además de mejorar la seguridad y el control en tiempo real de los activos.
Durante décadas, la administración de flotas ha evolucionado con la llegada de tecnologías como el GPS. Sin embargo, el gran salto ha llegado con la conexión masiva de vehículos a Internet, lo que abre la puerta a una gestión más eficiente y sostenible.
1NCE y su papel en el cambio tecnológico
Con presencia en más de 170 países y un 13% de su cartera dedicada a clientes del sector, 1NCE es testigo privilegiado de las necesidades y retos de las empresas que operan con flotas. Su propuesta se centra en garantizar un uso racional de los recursos, optimizando rutas y reduciendo el consumo de carburante, algo que se traduce en un importante ahorro para las compañías.
Ahorro comprobado en combustible
Según estimaciones de 1NCE, las soluciones IoT aplicadas a la gestión de flotas reducen el consumo de carburante entre un 15% y un 25%. Estas cifras coinciden con estudios de analistas como Transforma Insights, que destacan el potencial de esta tecnología para impulsar la eficiencia operativa en el transporte.
Beneficios adicionales del IoT en el transporte
Más allá del ahorro de combustible, la implementación de IoT ofrece ventajas clave:
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Supervisión remota de inventarios: permite controlar el estado de las cargas en tiempo real y detectar incidencias en tránsito.
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Mejora del transporte público: la conectividad de autobuses incrementa la seguridad y la calidad del servicio para los usuarios.
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Impulso a los vehículos autónomos: la combinación de IoT e inteligencia artificial hace posible que camiones y furgonetas transporten mercancías sin intervención humana.
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Aplicación en transporte de pasajeros: la misma tecnología permite optimizar rutas y mejorar la experiencia de viaje en coches y autobuses autónomos.
Con estos avances, el IoT no solo se perfila como una herramienta clave para la eficiencia energética, sino también como un aliado estratégico para la sostenibilidad y la innovación en el sector del transporte.