
Acercar hasta el medio rural propuestas culturales de primer nivel no es tarea fácil. Hacerlo durante todo el verano, en ocho localidades diferentes -la mayoría con menos de una veintena de habitantes en invierno- y cobrando una entrada, por simbólica que sea, parece casi un milagro. Habrá quien piense en que algo hay de intercesión divina al celebrarse el evento en las iglesias del Geoparque Las Loras, pero lo cierto es que detrás del éxito del II GEOFest, que este año ha conseguido congregar en sus diferentes propuestas a más 1.700 personas, lo que hay es una extraordinaria combinación de esfuerzo individual y colectivo, colaboración público-privada y amor por el territorio.
Este trabajo conjunto y una apuesta firme por ofrecer una programación cultural que nada tiene que envidiar a la de las grandes ciudades ha dado como resultado, tal y como afirma Javier Maisterra, “un proyecto único que este verano ha conseguido consolidarse como uno de los más importantes y dinámicos del Geoparque Las Loras”. El presidente de la Asociación Cultural Manapites -impulsora de la restauración de la iglesia de San Lorenzo Mártir de Fuenteodra y responsable del proyecto cultural La Dama de las Loras ligado a ella- se muestra “muy contento” por la respuesta del público, que no solo ha respaldado el II GEOFest, sino que lo ha hecho de forma masiva, superando ampliamente las expectativas de la organización. “Aún nos queda ver cómo funciona el GEOFest Manta -propuesta otoñal que tendrá lugar en octubre-, pero todo apunta a que vamos a cerrar esta edición con más de 2.000 espectadores”, indica al respecto.
PROGRAMACIÓN CERCANA Y DE CALIDAD
La cifra resulta realmente llamativa teniendo en cuenta que, según el INE, la población total de las localidades hasta las que el evento ha llegado este año -Helecha de Valdivia (19), San Martín de Humada (21), Quintanas de Valdelucio (53), Fuenteodra (15), Fuenteurbel (22), Mave (53), Escalada (36) y Sargentes de la Lora (133)- ronda los 350 habitantes. Pero, ¿cómo ha logrado el GEOFest multiplicar por 15, en algunos casos, el número de habitantes de estos pequeños pueblos del medio rural burgalés y palentino? “Uno de los valores con los que pusimos en marcha la campaña de micromecenazgo para la salvación de la iglesia de Fuenteodra y que hemos mantenido en el GEOFest es hacer que nuestras propuestas resulten cercanas. Para la Asociación Cultural Manapites, es fundamental que la gente se sienta partícipe de este proyecto, por eso cuando alguien entra en alguna de las actividades del GEOFest, no se siente un mero espectador, sino parte del espectáculo”, continúa Maisterra.
No cabe duda de que este aspecto, unido a la exquisita calidad de la programación, es lo que ha contribuido al éxito de esta cita. En este sentido, la directora artística del festival, la actriz y cantante burgalesa Eva Manjón, confiesa que todo el equipo está “fascinado” con la acogida del II GEOFest. “Mejor no ha podido salir. Hemos recibido mensajes constantes de enhorabuena por parte de los ciudadanos de cada pueblo, de alcaldes, asociaciones y en redes sociales”, señala. También se muestra “muy satisfecha” con la organización interna. “Este año el trabajo de producción ha sido muy sólido”, afirma al tiempo que ensalza la calidad y variedad de la programación. “La oferta ha sido de lo más ecléctica. Hemos tenido folclore, música ancestral, clásica, lírica, teatro de improvisación, circo, un musical y a El Brujo, que ha enganchado al público con ese humor tan propio que conecta súper bien con el presente. Espectáculos, a veces inimaginados en el GEOFest, pero que bajo un arbotante gótico o románico quedan muy bien”, continúa Manjón
FINANCIACIÓN COMPARTIDA. Para diseñar esta programación tan variopinta y exitosa, ha sido fundamental la colaboración de diferentes entidades. “Otro de los logros de esta segunda edición ha sido esa financiación compartida por las juntas vecinales y ayuntamientos del territorio, las Diputaciones de Burgos y Palencia, empresas del territorio como Galletas Gullón y las aportaciones del público. Todo ello, unido a la subvención concedida por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León al proyecto La Dama de las Loras, nos ha permitido sufragar los gastos y diseñar una programación realmente increíble”, asegura Javier Maisterra, quien confiesa que, aún así, “hacer cuentas y dimensionar el festival” ha supuesto un gran esfuerzo.
Tampoco ha sido sencillo, desde el punto de vista logístico y organizativo, convertir en escenario el presbiterio de los pequeños templos que han acogido este año el GEOFest, ubicados en lugares tan poco poblados, con tan poca masa crítica y tan apartados de lo que es la convivencia. “Aunque puede resultar complejo, hemos roto esa barrera y hemos conseguido mover a la gente por todo el territorio”, añade Maisterra, que también se muestra muy orgulloso de que el evento haya dado el salto a Palencia y ahora sea, como lo es el propio Geoparque Las Loras, “una iniciativa compartida por las provincias burgalesa y palentina”.
EDICIÓN 2026
Respecto a si habrá una tercera edición del GEOFest, esa es la intención. De hecho, “la idea es tener definida la programación antes de que termine el año”, para así poder buscar nuevas fuentes de financiación. “Quizá reduzcamos un poco el número de actuaciones y las dejemos en 5 o 6”, apunta Javier Maisterra. En este sentido, Eva Manjón reconoce que uno de los retos es “enganchar a la gente joven”, ya que el grueso del público son personas entre los 40 y los 70 años. “Tenemos ya una masa fiel de espectadores y sabemos que es difícil captar a la juventud en verano, pero hay que intentar llegar a otros públicos”, indica. Por lo que también seguirá apostando el GEOFest será por “favorecer la cultura con artistas locales, nacionales y, si se da la oportunidad, internacionales”.
Pero antes de que llegue el próximo verano, los fans del Geofestival de Artes Escénicas del Geoparque Las Loras tienen una última cita en Fuenteodra: GEOFest Manta, que el 12 de octubre, en la iglesia de San Lorenzo ofrecerá el concierto teatralizado Ellas mienten como mienten los boleros a cargo de Inés León.