Leonor ha pronunciado un discurso con fuerte carga institucional, con la madurez de su responsabilidad al frente de los premios y el apoyo emocional en sus padres y hermana.
La princesa ha proyectado su discurso en los Premios Princesa de Asturias con la mayor fortaleza posible, pero con dificultades en la respiración por la tensión no controlada. Se ha agotado en los finales de párrafo.
Ha sabido manejar la mirada directa a los premiados y se ha apoyado en la expresión emocional de sus padres y hermana. Ha hecho un esfuerzo por mantener la templanza y se ha aferrado al papel, donde tenía escrito el discurso, de manera contundente.
El final de discurso le ha dejado con poca fortaleza por el trabajo realizado para no perderse en la lectura de este séptimo encuentro. Es posible que no haya tenido tiempo suficiente para ensayar la comparecencia. Lo mejor que ha manejado es la mirada directa al público y las muestras de su voz con matices graves.
“Es necesario que exprese con más naturalidad y se despegue poco a poco del papel” afirma Julio García Gómez, analista de expresión y lenguaje, experto en casas reales.
Como pautas de afianzamiento de su personalidad en público, el experto recomienda:
- Que trabaje especialmente la respiración diafragmática para llegar a los finales de frase y párrafo con facilidad.
- Que consiga registros y matices de la voz que eviten ciertos tramos de monotonía.
- Que desarrolle la habilidad de poder despegarse progresivamente del papel y saber pronunciar una alocución con las ideas memorizadas para luego contarlas públicamente con toda la fuerza y garra en la expresión.
- La voz que tiembla en ocasiones debe ser trabajada con frases más cortas de punto y seguido.
Felipe VI en su discurso más directo, con pasión y arraigo
Tras las palabras de Leonor, el rey ha desplegado sus mejores capacidades de persuasión ante el auditorio con un discurso en el que opta por apartarse de la lectura del papel, para sobre las ideas desarrolladas, dirigirse a los asistentes con la mirada más firme y directa.
Las emociones fluyen de frase en frase y a veces la voz se quiebra en la garganta por la emotividad del fondo del discurso en el que quiere dar todo el protagonismo a Leonor de aquí en adelante.
Julio García Gómez es analista de expresión y lenguaje de la Fundación Casaverde y Fundación Economía y Salud.
