
El proyecto del Centro Arqueológico de la Ciudad Astur-Romana de Lancia se acerca a su materialización con el desbloqueo del proceso de tramitación de su construcción, puesto en marcha por el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial, tanto a nivel presupuestario como en lo que respecta a las preceptivas autorizaciones patrimoniales. Un proyecto que en realidad no ha estado nunca detenido ya que la empresa Coysa, adjudicataria de los trabajos, lleva realizados, desde el pasado año, cerca de 20.000 de los 180.000 bloques de tierra comprimida necesarios para elevar los tres edificios de los que consta el proyecto. El diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Emilio Manuel Martínez, acompañado por el coordinador de Proyectos del ILC, Emilio Gancedo, visitó este martes las instalaciones de la empresa, en la localidad leonesa de Valdearcos, para conocer de primera mano el proceso de fabricación de este material.
Allí, Javier Sánchez, encargado de planta y uno de los gerentes de la empresa, explicó a los representantes del organismo autónomo las características y el modo de creación de un material de construcción bioclimático, ecológico, artesanal y de fabricación totalmente local, dado que para su fabricación se emplea un tipo de tierra que se extrae en las inmediaciones de la propia planta. La técnica es muy parecida a la de los adobes de la arquitectura tradicional de las tierras llanas leonesas: la tierra se prensa por medios mecánicos, y aunque durante el proceso se emplea una máquina específica, “cada una de las compactaciones, la presión ejercida, el grado de humedad, la textura, etcétera, se vigila y se realiza a mano”, expresó Sánchez. El resultado, unos bloques rectangulares de aproximadamente 35 por 15 centímetros, realizados con tierra a la que se añade una pequeña cantidad de cemento o de cal hidráulica para su mejor compactación. Además, con vistas a su adecuación a la normativa nacional de construcción actualmente vigente, el material ha sido analizado en laboratorio y sometido a diferentes pruebas para probar su solidez, durabilidad, transpiración y otras características. Y es que el material se encuentra, en estos momentos, en proceso de certificación con objeto de poder ser empleado, próximamente y con las máximas garantías, en la elevación de todo tipo de edificaciones. “Es un material que respira, que coge la humedad y suelta la humedad, que es totalmente ecológico y que mantiene todas las ventajas y virtudes que tenía la arquitectura tradicional empleada por nuestros mayores”, comentó Javier Sánchez, a la vez que se refirió al hecho de que, con estas actuaciones, Coysa se une a las tres únicas empresas que fabrican este tipo de material en toda España. De hecho, en zonas de Levante y Cataluña ya se han usado estos “adobes del siglo XXI” para construir bloques residenciales, casas unifamiliares y otros edificios.
En cuanto al desbloqueo administrativo, el diputado de Cultura y vicepresidente del ILC anunció que, una vez solucionado el tema presupuestario, “tanto en lo relativo a la elevación de los límites de gasto plurianual como en lo relativo a la incorporación de los créditos al presupuesto de 2025, por Decreto de la Presidencia se acaba de aprobar tanto el proyecto modificado de las obras de construcción del Centro Arqueológico de la Ciudad de Lancia como el proyecto de seguimiento, control y excavación arqueológica en la zona de implantación de este equipamiento”, a la vista del acuerdo de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de León de 1 de agosto de 2024.
En concreto, este último acuerdo era relativo, en primer lugar, a la autorización del proyecto de excavaciones arqueológicas preventivas en la nueva ubicación de los edificios 2 y 3 del Centro Arqueológico, incluida la fosa séptica asociada al edificio 3, así como los dos sondeos propuestos en el aparcamiento de visitantes, según la documentación técnica aportada. En segundo lugar, la autorización de las tareas de control arqueológico en los espacios de actuación del proyecto modificado en desmontes para la implantación de losas y cimentaciones dentro de la finca n.º 65 del polígono 108 y en las cajas para construir plataformas de nivelación, así como en la excavación de zanjas para cimentaciones en los tres edificios proyectados que podrían incluir nuevos trabajos de excavación arqueológica manual en aquellas zonas en las que los trabajos con maquinaria deparen hallazgos de interés que requieran una intervención de esas características. Y, por último, la autorización del propio proyecto modificado, condicionado al resultado de las excavaciones y controles arqueológicos realizados.
Para el diputado Emilio Martínez Morán, todo ello es buena prueba “del firme compromiso del actual equipo de gobierno en la Diputación Provincial y del ILC en la construcción de un nuevo equipamiento cultural, divulgativo y turístico que ponga a disposición de todos los públicos un yacimiento arqueológico de grandes dimensiones y de enorme importancia para conocer la Historia antigua tanto de León como de toda España”. Un proyecto que, dada la naturaleza del lugar y la singularidad técnica de los edificios -bioclimáticos y perfectamente mimetizados con el entorno, fruto de un concurso nacional de ideas- “es sin duda complejo, pero que esperamos llegue a buen puerto a la mayor brevedad posible”, reflexionó el diputado de Cultura, Arte y Patrimonio.