
El Canadair CL-215-T, conocido como “el apagafuegos del cielo”, es uno de los aviones más emblemáticos en la lucha contra los incendios forestales en España y en otros países del mundo. Su diseño especializado le permite cargar hasta 5.346 litros de agua en apenas 12 segundos, tomando el recurso directamente de embalses, lagos o el mar.
Este hidroavión, desarrollado originalmente en Canadá en la década de 1960 y posteriormente actualizado con motores turbohélice, destaca por su capacidad de maniobra en terrenos montañosos y áreas de difícil acceso, donde otros medios aéreos no pueden operar con la misma eficacia.
Durante las campañas de verano, el CL-215-T es una pieza clave de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Ministerio para la Transición Ecológica en España, interviniendo en decenas de incendios que amenazan tanto a la población como a espacios naturales protegidos.
Además de su robustez, el Canadair requiere tripulaciones altamente entrenadas, ya que operar a baja altura entre columnas de humo, fuertes rachas de viento y visibilidad reducida supone uno de los mayores retos en la aviación civil.
Su fiabilidad, junto con el impacto directo en la reducción de daños ambientales y humanos, ha convertido a este modelo en un verdadero símbolo de la lucha aérea contra el fuego.