
Esta decisión llega tras el ataque ocurrido en Colorado el pasado domingo, cuando un individuo de origen egipcio utilizó un lanzallamas contra una marcha pacífica organizada en apoyo a los rehenes israelíes en manos de Hamás.
De acuerdo con información proporcionada por la Casa Blanca, la nueva orden entrará en vigor el lunes 9 de junio.
En total, se prohibirá completamente la entrada a ciudadanos procedentes de Afganistán, Myanmar, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
«El presidente Trump está cumpliendo su promesa de proteger a los estadounidenses de actores extranjeros peligrosos que quieren venir a nuestro país y perjudicarnos», declaró Abigail Jackson, una portavoz de la Casa Blanca.
La administración estadounidense afirma que las naciones incluidas en la prohibición total carecen de sistemas adecuados de evaluación e investigación de antecedentes, lo que representa «un riesgo muy alto para Estados Unidos». Según un comunicado oficial, estas deficiencias ponen en peligro la seguridad nacional y justifican la adopción de medidas restrictivas.
La orden contempla ciertas excepciones específicas, como los residentes permanentes legales, los poseedores de visas vigentes y determinadas categorías de visas.
Asimismo, podrán ingresar aquellos cuya presencia sea considerada de interés para los objetivos estratégicos de EEUU.
El Gobierno de Trump fundamenta esta decisión en varios factores clave. Entre ellos destacan las «altas tasas de permanencia irregular» asociadas a los países afectados.
Además, señala que algunas naciones no colaboran en el intercambio de información sobre identidades o potenciales amenazas. Por último, menciona que algunos de estos países carecen de mecanismos rigurosos para verificar los antecedentes de sus ciudadanos.
En el comunicado oficial emitido por la Casa Blanca se recalca que «es el deber sagrado del Presidente tomar medidas para garantizar que quienes intenten ingresar a nuestro país no perjudiquen al pueblo estadounidense«.