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El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, y la diputada de Derechos Sociales, Carolina López, han realizado una visita a los usuarios y trabajadores de Nuestra Señora del Valle, centro asistencial que gestiona la institución provincial ubicado en La Bañeza.
La ocasión ha servido, además de para recuperar la felicitación de las fiestas tras dos navidades sin poder hacerlo por la pandemia, para reiterar el compromiso de la Diputación con este y los otros tres centros de atención especializada de la institución provincial. Morán ha señalado que un objetivo prioritario del equipo de gobierno de la Diputación es seguir prestando la mejor atención a estas personas. Para ello, el próximo año ha consignado un presupuesto de 22 millones para seguir implementando mejoras en los centros asistenciales y garantizar un correcto funcionamiento.
Como ha recordado, en los tres últimos ejercicios este compromiso ha permitido, por ejemplo, poner en marcha el centro de día, colocar grúas de techo para facilitar la movilidad de los usuarios y dotar de un nuevo fisioterapeuta a Nuestra Señora del Valle. Además, se continúa con la renovación y mejora de la flota de vehículos adaptados, la mejora de la accesibilidad de instalaciones, viales y jardines de los centros, o reforzar las actividades diseñadas para los usuarios como el esquí en San Isidro, la hidroterapia o los talleres.
La visita al centro de La Bañeza recupera una tradición navideña de la institución que Morán estaba deseoso de retomar, no solo por tener la ocasión de saludar a residentes y trabajadores, sino también para darles las gracias y reconocer el esfuerzo que realizan día tras día y que, de forma excepcional, se vio dimensionado durante la pandemia. El presidente de la institución provincial visitará el resto de los centros en los próximos días.
Estos centros, Nuestra Señora del Valle (La Bañeza), Sagrado Corazón (León), Cosamai (Astorga) y la Residencia de Personas Mayores Santa Luisa (León), forman una gran familia de casi mil personas, entre usuarios y profesionales, y son, como les ha reiterado el presidente, “la joya de la corona” y “el mayor orgullo” de la Diputación. Centros pioneros en atención y tratamiento en los que prima el trato humano, la asistencia integral y la promoción de la autonomía de sus residentes, afectados por distintos grados de discapacidad intelectual o situaciones de dependencia.