
Un nuevo estudio publicado esta semana en la revista científica Nature Neuroscience ha puesto en alerta a la comunidad médica: dormir mal o sufrir insomnio de manera persistente podría estar acelerando el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La investigación, liderada por la Universidad de Harvard en colaboración con el Instituto de Neurociencia de Ámsterdam, concluye que la falta de sueño profundo provoca un aumento significativo de placas beta-amiloides y proteínas tau, principales responsables del deterioro neuronal en el Alzheimer.
¿Qué ha descubierto este estudio?
Tras analizar durante cinco años a más de 3.000 personas mayores de 50 años, los científicos detectaron que aquellos que dormían menos de 5 horas diarias de forma regular presentaban un 30% más de acumulación de estas proteínas tóxicas en el cerebro.
«El sueño no solo es reparador, sino que es clave para limpiar el cerebro de toxinas acumuladas durante el día», explica el Dr. Marcus Leigh, autor principal del estudio.
Síntomas de alerta en el insomnio crónico
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Problemas de memoria a corto plazo.
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Mayor irritabilidad y ansiedad.
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Dificultades para concentrarse.
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Somnolencia diurna constante.
¿Cómo mejorar la calidad del sueño?
Los expertos recomiendan:
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Mantener un horario regular de sueño, incluso en fines de semana.
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Evitar pantallas al menos una hora antes de dormir.
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Practicar técnicas de respiración y relajación.
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Reducir el consumo de cafeína o alcohol en la tarde.
¿Qué significa esto para la prevención del Alzheimer?
Aunque el Alzheimer tiene un componente genético, el estudio sugiere que mejorar los hábitos de sueño podría reducir el riesgo o retrasar el inicio de la enfermedad.
En los próximos años, se espera que estas conclusiones deriven en nuevos tratamientos o terapias preventivas enfocadas en el descanso nocturno.
Consejo experto: Si tienes problemas de sueño de forma recurrente, consulta a un especialista. Dormir bien podría ser más importante de lo que crees para la salud cerebral.