
Una investigación en la que han participado los catedráticos de la ULE Vicente Martín Sánchez y José Antonio de Paz ha arrojado luz sobre cómo proteger la salud ósea durante un proceso de adelgazamiento. El estudio contrasta con análisis previos al demostrar que la pérdida de peso, si se combina con una dieta mediterránea hipocalórica y actividad física, mitiga el declive de la masa ósea.
La investigación es un análisis secundario del conocido estudio PREDIMED-Plus, en el que se siguió durante tres años a 924 participantes de entre 55 y 75 años con sobrepeso y síndrome metabólico. Se comparó a un grupo con dieta mediterránea de bajas calorías y ejercicio reglado con otro grupo que siguió la misma dieta pero sin restricción calórica ni recomendación de actividad física.
Los resultados, publicados en JAMA Network Open, son concluyentes: después de tres años, las mujeres del grupo de intervención conservaron significativamente mejor su densidad mineral ósea en la columna lumbar en comparación con el grupo de control. En los hombres, sin embargo, no se observaron diferencias relevantes.
Este hallazgo es fundamental, ya que la pérdida de densidad ósea es un factor clave en el desarrollo de la osteoporosis, especialmente en mujeres postmenopáusicas, lo que aumenta el riesgo de fracturas. El estudio demuestra que una dieta hipocalórica rica en nutrientes, junto al ejercicio, puede contrarrestar la pérdida ósea que suele asociarse a la pérdida de peso, protegiendo una zona tan vulnerable como la columna lumbar.