El Día Mundial de los Frutos se ha consolidado como una jornada de referencia para recordar el papel clave de la fruta y los frutos secos en la alimentación diaria. A través de campañas informativas, actividades educativas y acciones en centros escolares y sanitarios, la efeméride busca concienciar sobre los beneficios de estos alimentos vegetales para la salud, la economía y el medio ambiente.
Una celebración con varias fechas y un mismo mensaje
Aunque el concepto de Día Mundial de los Frutos se utiliza de forma amplia, diferentes sectores han elegido fechas concretas para visibilizar sus productos.
Por ejemplo, los frutos rojos cuentan con su propio día mundial el 12 de abril, impulsado por el sector productor para difundir sus propiedades y su impacto económico. A su vez, los frutos secos celebran su jornada internacional en torno al 23 de octubre, con acciones divulgativas centradas en su valor nutricional y en su papel dentro de la dieta mediterránea.
Pese a esta diversidad de fechas, el mensaje de fondo es común: aumentar la presencia de fruta fresca, bayas y frutos secos en la mesa diaria y situarlos como base de una alimentación equilibrada.
Beneficios para la salud respaldados por la evidencia científica
Los expertos en nutrición coinciden en que un mayor consumo de fruta se relaciona con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes tipo 2. Los frutos rojos destacan por su alto contenido en antioxidantes, mientras que los frutos secos aportan grasas saludables, fibra y proteínas vegetales.
Además, la Organización Mundial de la Salud recomienda al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras, una cifra que muchos países aún no alcanzan. El Día Mundial de los Frutos recuerda ese objetivo e insiste en mensajes sencillos:
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Priorizar fruta entera frente a zumos azucarados.
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Elegir productos de temporada y proximidad.
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Introducir frutos secos naturales o tostados, sin sal añadida, como alternativa a los snacks ultraprocesados.
Según profesionales de la salud, incluir fruta en el desayuno, como tentempié y en el postre es una estrategia sencilla para acercarse a las recomendaciones diarias.
Un sector estratégico para el territorio y el empleo
Más allá de la nutrición, el cultivo de fruta y frutos rojos se ha convertido en un motor económico en diversas regiones. Zonas productoras especializadas en berries, cítricos o fruta de hueso generan miles de empleos directos e indirectos, impulsan la exportación y favorecen la innovación en el campo agroalimentario.
Las organizaciones agrarias subrayan que la demanda de fruta de calidad, segura y sostenible obliga al sector a invertir en tecnología, mejora de variedades y certificaciones. El Día Mundial de los Frutos se aprovecha también para poner en valor el trabajo de agricultores, cooperativas y empresas, que enfrentan retos vinculados al agua, al clima y a los costes de producción.
Sostenibilidad, desperdicio alimentario y consumo responsable
La celebración de esta efeméride incorpora cada vez más el enfoque ambiental. Las campañas recuerdan que:
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La fruta, especialmente la local y de temporada, tiene una huella ecológica menor que otros productos más procesados.
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Reducir el desperdicio alimentario de fruta y frutos secos contribuye a disminuir las emisiones asociadas a la cadena alimentaria.
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Elegir formatos adecuados (a granel, envases reciclables o reutilizables) favorece una compra más sostenible.
En este contexto, el Día Mundial de los Frutos se presenta como una oportunidad para replantear hábitos de compra, conservación y consumo, desde el hogar hasta la restauración colectiva.
Cómo celebrar el Día Mundial de los Frutos en el día a día
Las entidades implicadas en la promoción de esta jornada proponen acciones simples, pensadas para cualquier perfil de consumidor:
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Incorporar una ración extra de fruta al desayuno o la merienda.
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Probar recetas con frutos rojos en ensaladas, yogures, batidos o postres caseros.
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Sustituir bollería industrial por frutos secos y fruta fresca en el trabajo o en el centro educativo.
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Realizar una compra semanal planificada, que priorice productos de temporada y reduzca el desperdicio.
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Participar en talleres, charlas o actividades organizadas por centros de salud, colegios y asociaciones.
Estas propuestas buscan que la celebración trascienda el calendario y se convierta en un cambio real de estilo de vida.
Un recordatorio anual para toda la población
El Día Mundial de los Frutos funciona, en definitiva, como un recordatorio colectivo. La jornada invita a revisar el plato diario, a leer mejor las etiquetas y a dar más espacio a la fruta, los frutos rojos y los frutos secos en la alimentación familiar.
Las organizaciones sanitarias insisten en que no se trata de una moda, sino de una inversión a largo plazo en salud y bienestar. Cada ración de fruta que se suma al menú supone un paso más hacia una dieta más equilibrada, más sostenible y alineada con las recomendaciones internacionales.