Cada 10 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional para la Prevención del Suicidio, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP). El objetivo es crear conciencia sobre la importancia de la salud mental, derribar estigmas y promover estrategias que puedan salvar vidas.
De acuerdo con datos recientes de la OMS, más de 700.000 personas se suicidan cada año, lo que convierte este problema en una de las principales causas de muerte a nivel global. En América Latina, los índices han mostrado un preocupante crecimiento, especialmente entre jóvenes y adolescentes, lo que ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias.
Este año, la campaña internacional se centra en la necesidad de fortalecer las redes de apoyo comunitario, impulsar la educación emocional en las escuelas y garantizar acceso a servicios de salud mental oportunos y accesibles. Expertos señalan que la prevención comienza con la detección temprana de señales de alerta, como cambios drásticos en el comportamiento, aislamiento social, pérdida de interés en actividades cotidianas y expresiones directas o indirectas sobre el deseo de morir.
Organizaciones y gobiernos de distintos países han preparado actividades como conferencias, caminatas, talleres y campañas digitales bajo el lema “Crear esperanza a través de la acción”. Estas iniciativas buscan ofrecer información, promover la empatía y recordar que hablar sobre el suicidio puede salvar vidas.
Si tú o alguien que conoces está pasando por una situación difícil, es importante buscar ayuda profesional y comunicarse con líneas de emergencia locales, donde personal capacitado puede brindar apoyo inmediato.
