Cada 9 de agosto, el mundo celebra el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, una fecha proclamada por las Naciones Unidas en 1994 con el objetivo de visibilizar la importancia de estas comunidades y promover la defensa de sus derechos. Actualmente, se estima que existen más de 476 millones de personas indígenas distribuidas en más de 90 países, representando alrededor del 6% de la población mundial.
Estas comunidades desempeñan un papel clave en la preservación de los ecosistemas, ya que son guardianes de gran parte de la biodiversidad del planeta. Sus conocimientos ancestrales sobre agricultura, medicina natural y manejo sostenible de los recursos naturales se transmiten de generación en generación y contribuyen a enfrentar los desafíos del cambio climático.
Sin embargo, la realidad diaria de muchos pueblos indígenas está marcada por la pobreza, la discriminación y la pérdida de territorios debido a actividades extractivas, deforestación y proyectos de infraestructura que amenazan su modo de vida. Según la ONU, proteger sus derechos territoriales y culturales no solo es un acto de justicia social, sino también una inversión en la sostenibilidad del planeta.
Este año, el lema oficial es “Juventud Indígena: agentes de cambio hacia la autodeterminación”, destacando el papel fundamental de las nuevas generaciones en la defensa de su identidad y en la construcción de un futuro inclusivo. Organizaciones, gobiernos y activistas de todo el mundo realizan eventos, foros y actividades para escuchar sus voces y promover políticas públicas inclusivas.
La conmemoración de esta fecha es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro compromiso colectivo con la diversidad cultural, la justicia social y la protección del medio ambiente, reconociendo que la herencia de los pueblos indígenas es patrimonio de toda la humanidad.
