Cada 31 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Solidaridad, una jornada impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de promover la unidad entre pueblos y comunidades en todo el mundo. La fecha se ha convertido en una oportunidad para visibilizar la cooperación como herramienta clave para superar desigualdades y crisis globales.
Este año, el llamado cobra especial relevancia ante los desafíos que enfrentan diversas regiones del planeta, desde la emergencia climática hasta los conflictos sociales y económicos. Organizaciones internacionales, gobiernos y colectivos ciudadanos realizan actividades para fomentar la empatía, el apoyo mutuo y la colaboración en proyectos comunitarios.
De acuerdo con la ONU, la solidaridad es un principio esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pues garantiza que nadie quede atrás en el camino hacia un mundo más justo y equitativo. Diversas ciudades en todo el mundo han programado actos conmemorativos, campañas educativas y actividades de voluntariado que buscan sensibilizar a la población.
Más allá de las conmemoraciones oficiales, el Día Internacional de la Solidaridad representa una invitación a practicar pequeños gestos cotidianos de ayuda, ya que la cooperación colectiva comienza en acciones individuales que fortalecen los lazos sociales y contribuyen al bienestar común.
