Periódico de León / Ahora León / Policía / Marihuana
Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco hombres como presuntos autores de un delito contra la salud pública y se han incautado de 3.858 plantas de marihuana en una nave industrial de la localidad de San Cibrao (Ourense). La organización desarticulada, formada por ciudadanos chinos y españoles, disponía de una nave industrial acondicionada con un sofisticado circuito ilegal eléctrico, así como una compleja red de extractores de detección de la plantación. Además de los arrestos, realizados en Ourense y en Madrid, se han practicado tres entradas y registros en inmuebles en los que también se ha intervenido documentación relativa al alquiler de los inmuebles así como documentación personal pendiente de analizar.
Esta actuación supone la tercera fase de una investigación, tras las detenciones practicadas en los meses de julio y septiembre del año en curso, cuyo número asciende a 33 individuos detenidos hasta la fecha en territorio nacional. Las investigaciones realizadas entonces permitieron averiguar que la organización investigada había acondicionado una nave industrial en el Polígono de San Cibrao das viñas (Ourense), para el cultivo indoor de marihuana, además de disponer de dos pisos de seguridad, uno radicado en Madrid capital y otro en la localidad gallega.
Cinco detenidos en Ourense y Madrid
En la madrugada del día 10 de octubre, un operativo formado por investigadores de la Policía Nacional de la Comisaría General de Policía Judicial, de las Brigadas Provinciales de Policía Judicial y Extranjería de Madrid, de los grupos de estupefacientes de la comisaría de Ourense, Unidad de Drogas y Crimen Organizado de León y del Área Regional de Vigilancia Aduanera de Castilla y León, practicaron dos entradas y registros en la provincia de Ourense y uno en la ciudad de Madrid, dando como resultado el hallazgo de una plantación de marihuana en una nave industrial. Además, los agentes detuvieron a tres personas de nacionalidad china que estaban a cargo de la plantación ilegal, así como a otras dos personas más en Madrid.
En el interior de esta nave, en concreto en la planta baja, había varios habitáculos acondicionados como dormitorios y cocina, hallándose una gran cantidad de comida. Como medida de seguridad habían colocado cuatro cámaras de seguridad para controlar los movimientos de personas y/o vehículos en el exterior de la nave, cuyo visionado se hacía desde un monitor instalado en uno de los compartimentos que hacía las veces de dormitorio de uno de los detenidos.
Contaban con una compleja red de extractores de aire y filtros para evitar los olores
Al igual que en otras ocasiones se halló un sofisticado circuito ilegal eléctrico, así como una compleja red de extractores de aire y filtros de carbono para eliminar los olores procedentes de la plantación. Como novedad, los investigadores descubrieron que en esta nave se había dado un paso más para dificultar la detección de la plantación. Para evitar el descubrimiento por el calor irradiado por las lámparas, necesario para el crecimiento de las plantas, los detenidos habían compartimentado la superficie de la nave en habitáculos a modo “huertos” donde se hallaron plantas en distinto estado de desarrollo aislados unos de otros y habían instalado potentes sistemas de refrigeración, de modo que eliminan casi por completo la sensación de calor, dificultando así el descubrimiento mediante el uso de cámaras térmicas.