
La demanda, interpuesta en 2021, alegaba que Apple había incorporado tecnología de TOT Power Control en los procesadores de banda inalámbrica de sus dispositivos móviles, lo que mejora la transmisión de datos y la operación de redes celulares. Aunque TOT Power Control denunció la infracción de dos patentes, el tribunal solo dio la razón a la empresa española en una de ellas, lo que resultó en la condena de 94 millones de euros.
Esta no es la primera vez que TOT Power Control, que patentó su tecnología en 2005, se enfrenta a grandes compañías tecnológicas. Desde 2015, la empresa se ha dedicado a demandar a «aproximadamente el 80% del mercado de teléfonos móviles americanos» por el uso no autorizado de su invención. Actualmente, tiene pleitos pendientes contra Samsung y LG en el mismo tribunal de Delaware, y en 2020 denunció a Vodafone (con quien llegó a un acuerdo) y a Huawei España, caso este último aún por resolver en el Tribunal Supremo.
Medios especializados aseguran que Apple recurrirá la decisión para evitar el pago. Este caso es un claro ejemplo de la lucha de «David contra Goliat» en el mundo de la tecnología, donde la propiedad intelectual es un activo clave.