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El último ejemplo en el que no se ha respetado el trabajo de los periodistas ha sucedido durante las concentraciones realizadas por los manifestantes contrarios a la amnistía. El periodismo ejerce un servicio esencial en una sociedad democrática, por lo que este tipo de actitudes suponen un ataque directo a la libertad de prensa y al derecho a la información, dos pilares fundamentales de cualquier sistema democrático.
El Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León considera que los representantes públicos deben dar ejemplo a la ciudadanía, motivo por el cual es inaceptable que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, profirió ayer durante una concentración ante la sede del PSOE en Valladolid el cántico «los periodistas blanquean a los golpistas». Este tipo de afirmaciones son precisamente las que provocan que luego los ciudadanos increpen o amenacen a los periodistas durante su ejercicio profesional.
Por todo ello, el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León recuerda a los ciudadanos de la comunidad autónoma y a todos los representantes públicos que la libertad de expresión no puede servir de coartada para atacar a los periodistas. En este sentido, recordamos que si alguna persona considera que un periodista ha vulnerado el código deontológico de la profesión puede acudir de manera gratuita a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, órgano independiente de autorregulación de la profesión periodística.
