
Cada 24 de julio se conmemora el Día Internacional para el Bienestar Judicial, una fecha clave que busca visibilizar y promover la salud mental, el equilibrio emocional y las condiciones laborales justas para quienes integran el poder judicial. Esta jornada, impulsada por organismos internacionales como la ONU y la Asociación Internacional de Magistrados (IAJ), cobra cada vez más fuerza ante el aumento de los casos de agotamiento, estrés crónico y presión social que enfrenta el sistema judicial.
El bienestar judicial no solo se refiere al cuidado personal de jueces y juezas, sino también a la creación de un entorno institucional saludable, transparente y ético, donde se respeten los derechos laborales y se fomente la independencia judicial. La fecha también sirve como plataforma para promover el diálogo sobre temas sensibles como la carga excesiva de trabajo, el acoso laboral o las amenazas a la integridad física y moral de los operadores de justicia.
En muchos países, este día se conmemora con jornadas de reflexión, conferencias, campañas de concienciación y actividades que promueven la resiliencia y el autocuidado. El objetivo común es recordar que una justicia sana requiere personas sanas, capaces de ejercer su rol con imparcialidad, seguridad y equilibrio.
“Un juez agotado no puede impartir justicia de manera plena. Cuidar a quienes cuidan el Estado de derecho es una necesidad, no un lujo”, señaló en un comunicado la Comisión Internacional de Juristas.
Además, se ha insistido en que el bienestar judicial debe ser un compromiso permanente de los Estados, integrando políticas públicas y recursos concretos que garanticen condiciones laborales dignas, apoyo psicológico, capacitación continua y mecanismos eficaces de prevención del estrés laboral.