La lucha contra los incendios en Castilla y León ha dado hoy un paso decisivo hacia la especialización. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha clausurado en Arévalo (Ávila) su programa formativo pionero en incendios de interfaz urbano-forestal, una modalidad de siniestro donde la vegetación convive con estructuras humanas y que requiere protocolos de defensa radicalmente distintos a los forestales puros.
Esta iniciativa forma parte del plan de recuperación para las zonas afectadas por los grandes incendios del pasado verano, aprobado por la Junta el pasado mes de agosto. Con la jornada de hoy, centrada en técnicas de autoprotección y seguridad, se cierra un ciclo que ha recorrido provincias como Zamora, León, Burgos y Palencia.
Un modelo de protección diferenciado
La interfaz urbano-forestal es uno de los escenarios más complejos para los servicios de emergencia. En estos puntos, el fuego no solo consume monte, sino que amenaza directamente hogares e infraestructuras. Por ello, la Agencia de Protección Civil y Emergencias ha diseñado un programa con dos enfoques estratégicos:
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Operaciones tácticas: Especialmente dirigido a bomberos, con 64 horas lectivas en Zamora y Riello (León), centradas en triaje de viviendas y maniobras de defensa.
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Autoprotección e intervención: Cuatro jornadas técnicas para equipos multidisciplinares donde se han abordado evacuaciones, confinamientos y primeros auxilios.
Éxito de participación y medios
La directora de la Agencia, Irene Cortés Calvo, destacó durante la entrega de diplomas en Arévalo el éxito de convocatoria. «Cada edición ha superado a la anterior hasta completar el aforo hoy con 120 asistentes», señaló. En total, el programa ha instruido a:
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63 bomberos de diputaciones y ayuntamientos.
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56 bomberos forestales.
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267 voluntarios de protección civil.
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43 trabajadores municipales.
En la jornada final han participado voluntarios de 16 agrupaciones (desde Valladolid hasta El Barco de Ávila), quienes practicaron maniobras con las nuevas autobombas entregadas recientemente por la Junta, contando con la colaboración del Centro de Defensa del Fuego.
Lecciones aprendidas para el futuro
El programa no termina con la entrega de diplomas. La Agencia elaborará un informe de cierre que recogerá las lecciones aprendidas y recomendaciones estratégicas para optimizar las intervenciones reales. El objetivo es que, ante un nuevo episodio de fuego, los equipos de Castilla y León cuenten con una respuesta coordinada que limite los daños en el patrimonio personal y garantice, por encima de todo, la seguridad de los intervinientes y los ciudadanos.
