
Australia ha tomado una medida drástica para proteger a sus menores en el entorno digital, prohibiendo el acceso a las principales redes sociales a los menores de 16 años a partir del 10 de diciembre de 2025. La nueva ley, anunciada por el primer ministro Anthony Albanese, busca combatir los efectos negativos de estas plataformas en los jóvenes.
Plataformas afectadas y sanciones
La normativa afectará a plataformas populares como Instagram, Facebook, TikTok, Snapchat, Discord y YouTube. La inclusión de YouTube ha generado debate, ya que no estaba en el borrador inicial, pero se añadió tras un informe que reveló que casi el 40% de los adolescentes australianos han estado expuestos a contenido dañino en la plataforma de Google.
Las propias compañías de redes sociales serán las responsables de verificar la edad de sus usuarios y denegar el acceso a los menores de 16 años. En caso de incumplimiento, se enfrentarán a multas de hasta 28 millones de euros.
Justificación de la medida
El primer ministro Albanese ha sido contundente al afirmar que «las redes sociales tienen una responsabilidad social, y no hay duda de que los niños australianos se ven afectados negativamente por las plataformas». La ley es una respuesta a los numerosos estudios que han advertido sobre las consecuencias de las redes sociales en edades tempranas, incluyendo trastornos alimenticios, ciberacoso y presión social, situaciones que en algunos casos han llevado al suicidio de jóvenes.
La ministra de Comunicaciones, Anika Wells, ha reconocido que no hay una «solución perfecta» para garantizar la seguridad de los jóvenes en línea, pero confía en que establecer una edad mínima marcará una «diferencia positiva en su bienestar». Padres que han perdido a sus hijos debido a los peligros de las redes sociales han apoyado esta iniciativa, sirviendo de ejemplo para la urgencia de esta nueva ley.
Ahora, la responsabilidad recae en las empresas tecnológicas, que deberán implementar sistemas de verificación de edad robustos para evitar las cuantiosas multas.