
Ángel Reyero (Taranilla, 1919) tiene 105 años, una edad que le convierte en el vecino más longevo de la capital leonesa. Atesora cada recuerdo vivido como personal sanitario de Hulleras de Sabero, el valle en el que desarrolló su vida y a cuyo pasado minero mira ahora con nostalgia y pena tras el reciente accidente en la mina de Cerredo, Asturias. Lo recuerda en una animada conversación con el alcalde de León, José Antonio Diez, quien en compañía de la concejala de Mayores, Lourdes González, ha acudido a visitarle a su domicilio.
Los achaques de la edad están ahí, pero eso no le impide estar al tanto de lo que acontece en la ciudad, lo que ha comentado con el alcalde de León. “Hablar con Ángel es una lección de la historia del último siglo, de esfuerzo, de profesionalidad y, sobre todo, de cómo ser y vivir con la coherencia con la que lo hace la buena gente como él”, ha reconocido José Antonio Diez.