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Por la disparidad del examen entre comunidades , los alumnos pueden aprobar, suspender o lograr una buena nota.
Este estudio sostiene que el sistema actual no garantiza la igualdad de oportunidades para acceder a la universidad porque no refleja el correspondiente nivel de asimilación de competencias y contenidos; una misma calificación no equivale a los mismos conocimientos y facilita la obtención de calificaciones superiores al nivel real del alumnado.
¿Que dice el informe?
El informe coteja las pruebas de acceso realizadas en 2023, analizando las diferencias en su estructura, en los contenidos evaluados y en los criterios de corrección en las asignaturas de Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas II e Historia de España.
Durante la rueda de prensa, la presidenta de Escuela de Todos, Ana Losada, ha señalado que «no hay ninguna comunidad que lo esté haciendo bien porque el alumnado sale a jugar a meter un gol con distintas reglas. No queremos señalar a ninguna autonomía con este estudio».
Para ella, el último borrador del Ministerio de Educación de cara a la EBAU para 2025 tampoco va a solucionar las disparidades detectadas y ha pedido a este departamento sentarse con las comunidades para abordar esta cuestión con el fin de homogeneizar la prueba en todo el territorio.
Asimismo, ha señalado que sería necesario hacer un estudio sobre el bachillerato (que supone el 60 % del valor de la EBAU frente al 40 % de este examen), ya que también aquí se da una «inflación de las notas».
Las conclusiones del análisis apuntan a que el peso porcentual de los bloques de contenidos fijados por el Ministerio no es respetado por todas las comunidades, por tanto, los alumnos no son evaluados de los contenidos que especifican las competencias y saberes de cada uno de los bloques. Así como, no dominar uno o varios bloques de contenido puede no ser impedimento para obtener la más alta calificación.
Además, los altos grados de opcionalidad que ofrecen las pruebas en la elección de las preguntas es determinante en la calificación final y los criterios de corrección sobre el contenido ideal de las respuestas penalizan o premian de distinta manera en cada lugar.
El profesor jubilado de secundaria, Julián Ruiz Bravo, ha explicado que en el caso de Lengua y Literatura sólo muestran equilibrio en presencia de bloques de contenidos Aragón, Cantabria, Castilla y León y Extremadura frente a Canarias donde el alumnado puede sacar unos 8,5 puntos estudiando sólo un bloque.
«Las comunidades han garantizando que estudiando poco se saque buena nota; las que más buscan que aprueben y saquen notas más altas son Asturias, Galicia y Comunidad Valenciana. Seguidas de Canarias, Cataluña y Madrid», ha expresado.
Por su parte, el profesor de Ingeniería Industrial de la Universidad de Baleares, Joan Font (encargado de realizar el análisis de matemáticas), ha explicado que hay «cierto equilibrio en los bloques de contenidos, sin embargo, hay comunidades donde se incumple de forma flagrante como Cataluña, Andalucía, Navarra y Aragón».
Siguiendo la misma línea, Font comenta que la opcionalidad en la estructura es también «bastante pareja», salvo en Galicia y Cataluña. Por lo que «a priori» en estas 2 regiones el examen sería «más difícil» y, para él, resulta «sangrante» el caso de Andalucía y Navarra, donde estudiando sólo un tema, se puede sacar un 10.