La Navidad está a la vuelta de la esquina y suele ser una época de mayor gasto, por lo que ver menos sueldo a final de mes puede enfadar o desconcertar, pero antes de acudir enfadadísimo a recursos humanos, conviene conocer el motivo: el IRPF.
Los sueldos de los empleados se calculan de manera anual y en funcion de salario y condiciones de cada trabajador, la empresa tiene que abonar unos impuestos al fisco. Es el caso del IRPF, que cada mes se descuenta de la nómina. Aunque dn abril el contribuyente se pone al dia con lo que le quede por pagar con declaración de la renta, la empresa tiene que pagar un mínimo de este impuesto.
Es por eso que en los meses finales del año las entidades hacen un balance y si se ha retenido menos del mínimo exigido al trabajador se regularice su situación entre noviembre y diciembre.
Lo que abona la empresa a Hacienda es un adelanto de las retenciones que el fisco practica, no hay que preocuparse, pues como se ha mencionado al principio, en abril se hacen cuentas y si se ha pagado de más, Hacienda lo devuelve.
Y si se ha cobrado de menos, el fisco lo reclama y habrá que abonar la diferencia. Pero mes a mes la empresa paga en nombre del trabajador un porcentaje adelantado de esta tasa.
Por lo general el mínimo es del 2%, pero este porcentaje suele ser para contratos temporales o salarios menores. A medida que el sueldo es mayor se aplica un porcentaje más elevado.
La regularización que hacen ahora si toca no es definitiva, es sólo para adecuarse al porcentaje mínimo exigido, no implica una bajada de sueldo ni nada por el estilo. Simplemente, antes de que cierre el año fiscal, ponen a punto las cuentas en materia de nóminas e impuestos.