España se enfrenta a un notable incremento de casos de COVID-19 en pleno verano, agravado por las continuas olas de calor que azotan el país. La nueva variante NB.1.8.1 ha sido identificada como la principal responsable de este repunte, según el último Informe de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (gripe, COVID-19 y VRS) del Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología.
La tasa nacional de enfermedades respiratorias ha alcanzado los 252,7 casos por cada 100.000 habitantes. Si bien esta cifra se mantiene por debajo del umbral epidémico de 400 casos, supera lo esperado para esta época del año, situándose ligeramente por encima de la incidencia registrada en la misma semana de la temporada 2022-2023. El SARS-CoV-2 es el principal causante de estas infecciones, representando más del 20% de la positividad semanal.
A pesar de que los casos sintomáticos de COVID-19 (14,6 por cada 100.000 habitantes) aún están por debajo de los picos de años anteriores, la situación es motivo de vigilancia. Además, se destaca un aumento significativo en la incidencia de bronquitis y bronquiolitis en menores de 5 años, alcanzando casi 115 casos por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta de los últimos años para este grupo de edad.
Síntomas de la variante NB.1.8.1
William Schaffner, profesor de Enfermedades Infecciosas y Política Sanitaria del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt (Estados Unidos), ha reiterado que «la COVID es la COVID». Esto significa que los síntomas asociados a la variante NB.1.8.1 no presentan diferencias significativas con respecto a las variantes anteriores, especialmente en una población con altos índices de vacunación.
Los signos comunes que podrían experimentar las personas contagiadas con la variante NB.1.8.1 incluyen:
- Fiebre
- Escalofríos
- Tos
- Dolor de garganta
- Congestión
- Fatiga
- Dificultad para respirar
- Diarrea
Las autoridades sanitarias instan a la población a mantener las medidas de prevención y a estar atentos a cualquier síntoma, especialmente ante la persistencia de las altas temperaturas que pueden dificultar la recuperación y sobrecargar los sistemas de salud.
