Con el inicio del otoño, una temporada clásicamente asociada al retorno de los virus y las enfermedades respiratorias, el coronavirus vuelve a la palestra, tal como ha sido la tónica desde 2020. En el panorama actual, la cepa dominante ha sido identificada como Stratus, la cual se subdivide en dos subvariantes conocidas como XFG y XFG.
Aunque esta variante ha sido la más prevalente desde el verano, los reportes indican que no está causando síntomas de mayor gravedad que otras cepas anteriores. Sin embargo, los expertos advierten que Stratus sí podría considerarse más contagiosa.
Identificando a Stratus: Un síntoma inicial distintivo
Tradicionalmente, la sintomatología del COVID-19 ha sido notablemente similar a la de las enfermedades respiratorias comunes, como la gripe: fiebre, tos, estornudos o secreción nasal. La gravedad de estos síntomas varía de persona a persona, lo que a menudo lleva a confundir la enfermedad con un simple resfriado.
No obstante, la nueva cepa Stratus presenta un signo inicial más característico: la ronquera en la voz.
Además de este síntoma distintivo, los expertos médicos, según informes como el del periódico británico ‘Mirror’, han documentado síntomas adicionales asociados a Stratus. Estos incluyen la congestión nasal, el dolor de garganta, problemas digestivos y agotamiento.
El doctor Gareth Nye, profesor de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Salford, Reino Unido, precisó al ‘Mirror’ que, si bien la variante es similar en muchos aspectos a las anteriores, «las personas con esta variante tienden a sufrir fuertes dolores de garganta y voz ronca, en comparación con otros síntomas más generales como tos, fiebre y dolores».
Ante este panorama otoñal y la prevalencia de la variante Stratus, la recomendación general de los médicos se mantiene firme: vacunarse, especialmente en el caso de personas que padecen enfermedades crónicas.
