Noticias de León / Ahora León / Texto: P. Blanco / Imagen: S. Arén / Albacete
Después de la apretada derrota sufrida por el Agustinos Eras en la cancha del Basket Navarra 70-66, los de Ángel Jareño querían retomar el buen hacer de las últimas 5 jornadas. Los leoneses se enfrentaban a un viejo conocido, el Arcos Albacete, que llegaba al Palacio de los Deportes de León dos puestos por debajo en la clasificación y con ganas de escalar posiciones.
El Agustinos salió con más ganas en unos primeros minutos fantásticos, que les hicieron tomar una clara ventaja a los 5 minutos, cuando el marcador mostraba un 11-4 a su favor. La defensa estaba siendo la fuente de esta diferencia, y así siguió hasta el final del primer cuarto. A poco más de 2 minutos para la conclusión de este, los leoneses ganaban 16-5, pero por desgracia, dos pérdidas de balón bien aprovechadas volvieron a meter en el partido al Albacete.
Fue el momento para tomar aire y pensar gracias a un tiempo muerto solicitado por Ángel Jareño que, dio fuerzas de nuevo a los suyos, acabando el periodo 22-12.
“La defensa fue la clave en los primeros minutos del encuentro.”
Con los segundos diez minutos, la corriente del partido siguió su curso, aumentando la ventaja del Agustinos. Jaime era el encargado de mover al equipo y este respondía a las mil maravillas encestando todo lo que lanzaban. Deng debajo del aro y Medina desde el triple hacían magia para el disfrute de los aficionados que poco a poco van llenando las gradas del pabellón. El luminoso mostraba un 38-21 a falta de 3 minutos que dejaba el partido muy encarrilado.
El tiempo restante hasta el descanso sirvió para constatar lo que el juego del Agustinos estaba mostrando. Estos se fueron hasta los 46 puntos por 25 del Albacete. Medina había sido uno de los mejores jugadores durante esta primera mitad (14 puntos hasta el momento), con la que se había llegado a la máxima diferencia vista en el parqué.
“Durante el descanso la Escuela Deportiva de gimnasia rítmica de León entretuvo a los asistentes con una exhibición.”
Varias idas y venidas de ambos equipos aumentaron los números en el marcador, pero no variaron mucho la diferencia. Con 5 minutos consumidos en el tercer cuarto, los de azul ganaban 55-35. Estos tenían que seguir por el mismo camino defensivo, evitando que los de blanco anotasen con facilidad. La distancia se mantuvo hasta el último minuto de este tiempo, en el que los visitantes apretaron y dejaron en 15 puntos la igualada, 61-46.
Muchas eran las canastas que tenía que encestar el Albacete si quería llevarse algo del Palacio de los Deportes de León, y el Agustinos no estaba por la labor de dejarse más puntos en casa antes de la Navidad. El partido estaba siendo muy completo con un gran nivel de todos los jugadores del banquillo. Cada uno aportaba lo que tenía sin ver un ápice de pasividad.
Gracias a ello el resultado no varió en los primeros minutos dejando el encuentro 66-51 pasados 3 minutos y medio de este último cuarto.
A pesar de ir tan por delante en el marcador, el clima que se respiraba en el pabellón era de intranquilidad y nerviosismo. Lejos de estos miedos, el Agustinos siguió desarrollando de la mejor manera posible su juego, llevándose una victoria muy merecida 88-63, que había trabajado desde el minuto uno de juego.
