
El mes de agosto comienza con una noticia poco alentadora para los consumidores: el precio medio de la gasolina ha vuelto a subir y ya supera los 1,80 €/litro, su nivel más alto desde marzo. Al mismo tiempo, el coste de la electricidad en el mercado regulado registra una subida del 12% respecto al mes anterior, situando el precio medio diario por encima de los 112 €/MWh.
Estos incrementos se suman al repunte de algunos productos de la cesta básica y complican aún más la economía de muchas familias que ya notan el peso de la inflación acumulada.
¿Por qué sube la gasolina otra vez?
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, la subida responde a varios factores:
-
Aumento de la demanda estacional por vacaciones y turismo.
-
Tensiones en los mercados internacionales del crudo.
-
La falta de rebajas fiscales específicas para los carburantes este verano.
Además, el precio del gasóleo también repunta y roza ya los 1,70 €/litro, lo que impacta directamente en transportistas y sectores agrícolas.
La factura de la luz se encarece en pleno verano
Los hogares españoles que están en el mercado regulado (PVPC) verán un incremento de unos 8 a 12 euros mensuales, dependiendo del consumo, tras la subida del precio mayorista. Esta alza se debe a:
-
Mayor uso de aire acondicionado.
-
Menor generación renovable (por la sequía en algunas zonas).
-
Incremento del coste de los derechos de emisión de CO₂.
“Es un verano complicado para el consumidor medio, que ya está ajustando hábitos para ahorrar”, explican desde la OCU.
Consejos básicos para gastar menos este mes
-
Repostar en días de menor demanda (martes y miércoles suelen ser más baratos).
-
Usar comparadores de gasolineras y apps de consumo eficiente.
-
Aprovechar tarifas eléctricas nocturnas o con discriminación horaria.
-
Limitar el uso de aire acondicionado por debajo de 25 °C.