Una camiseta blanca, pintura de color, cariño y, sobre todo, muchas risas e ilusión. Así, han logrado que el abrazo entre dos grandes amigas, María e Inés, quede inmortalizado para siempre. Ellas simbolizan el lazo que une a todo el equipo del centro y que se acentúa en días especiales como estos.
Su abrazo quedó plasmado en la parte trasera de la camiseta, pero, ¿y por delante? Un árbol lleno de vida, de color y de sueños, cuyas hojas son la huella del dedo de las personas que participaron en la actividad. Sin duda, será para cada una de ellas, un recuerdo lleno de creatividad, compañerismo y unió