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En cualquier parte del territorio Europeo, hay distintas adaptaciones de Papá Noel que durante estos señalados días reparten sus regalos a los ilusionados niños. Entre estas historias, oculto entre las raíces más profundas de las tierras de León, se esconde la Vieja del Monte.
Esta cariñosa hechicera local se halla a medio camino entre el popular Olentzero, de la mitología vasca y la Bafana, una bruja italiana que entrega presentes en vísperas de Los Reyes. Conocida con otros nombres como “La Güela” o “La Vieya”, se trata de un personaje sensible y bondadoso que pervive en una cueva de las montañas de León.
La Asociación Cultural Montaña de Vadinia de Riaño ha promovido un plan para recuperar el protagonismo de la vieja del monte, con una campaña de difusión que ya ha tenido sgran repercusión en las redes sociales. De hecho, en las últimas navidades ya se han perpetrado actividades en relación al poco conocido personaje.
Una de estas actuaciones se realiza en la localidad de Prioro, en la cual una anciana comparte pastas y caramelos a todos los niños, al lado del belén de este representativo pueblo de la Montaña Oriental. Es incuestionable que la extensa cultura tradicional leonesa, muchas veces no es tan conocida y apreciada como se merece.
La vida de la Vieja del Monte
La leyenda explica que en su morada en medio del monte posee un horno donde prepara pan y dulces para los niños de los poblados cercanos. La vieja del monte opera a través de los padres de los más pequeños que, después de realizar sus trabajos, visitan la cueva de la vieja para llevarse los obsequios que esta les ofrece para sus hijos. De esta manera, la tradición está muy unida al campo y al pastoreo leonés.
La figura tiene referencias muy parecidas en culturas precristianas por todo el Viejo Continente. Según los impulsores de la Asociación Cultural Montaña de Vadinia que buscan recobrar la tradición de cara a esta Navidad, se trata de “un alma mater de la naturaleza, protectora y benévola”.
Pese a que este “Santa Claus leonés” se encargue de realizar dulces, a veces regala otro tipo de bienes. “Siempre con la complicidad de los padres, en ocasiones regala trozos de chorizo, tortilla, queso o avellanas. Solo los mayores pueden verla, aunque ella conoce perfectamente a cada niño y niña del pueblo. Vive rodeada de los animales salvajes, en sintonía con ellos, y hay quien dice que tiene un lobo, como si fuese su perro dócil”, explica Antonio González, presidente de la asociación.
Sobre las vestimentas, la vieja del monte porta un pañuelo negro en la cabeza, una blusa oscura y un pañuelo cruzado al pecho de color granate. Igualmente, viste una saya verde y un mandil blanco con ornamentos. El personaje legendario calza madreñas, y una media de cada color junto con unos pendientes de aro plateados.
Según cuenta Antonio González, en la toponimia leonesa se conservan enclaves con nombres que la hacen mención, como lo son Pico la Vieja, Peña La Vieja, Cueva la Vieja… “Los pobladores de muchos pueblos de la provincia, todavía recordamos cuando nuestros padres traían en el zurrón con lo que les había dado la vieja del monte. Es algo que esperábamos con ilusión”, rememora el presidente de esta asociación de Riaño.
