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En pocos años se pueden reducir los daños de la plaga de la «Avispilla del Castaño»

El Servicio Territorial de Medio Ambiente de León dirigió la suelta del parasitoide en El Bierzo realizada esta primavera en los meses de abril y mayo, con el empleo de 738 dosis, con más de 140.000 ejemplares, 63 % hembras y 37 % machos.  Los agentes medioambientales han dirigido, asesorado y coordinado sobre el terreno al personal de ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones y propietarios que han participado también en estas labores de suelta.

La comarca de El Bierzo es la zona de castaños más importante de la Comunidad, cuenta con 19.000 hectáreas dedicadas a la producción de castaña y concentra el 60 % de la producción total de Castilla y León.

Este año, a causa de la metereología, la fenología del castaño se adelantó algo más respecto a los dos años anteriores y por tanto también la brotación de las yemas. La suelta del parasitoide hay que hacerla  justo en el momento en que las yemas empiezan a abrirse y las primeras hojas de los castaños se despliegan, comenzando a ser visibles las pequeñas agallitas que provoca la la larva de la avispilla del castaño.

Esta labor fue considerada actividad esencial durante el estado de alarma pues su ejecución repercute en la futura producción de castañas de los años venideros. Los trabajos de suelta se realizaron cumpliendo todas las medidas de seguridad obligatorias por la pandemia, como fueron la desinfección de todo el material recibido, distanciamiento social y uso de material de protección mascarillas y guantes.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado hoy el Soto del Castaño de Quintela, en la localidad de Balboa, donde se procedió a la suelta del parásito tras la realización de los trabajos previos de prospección de la plaga, previsión y contratación de la dosis necesaria del parasitoide, seguimiento de la foliación de los castaños para determinar el momento biológico adecuado para la suelta, además de la recogida e incubación de agallas para la determinación del nivel de parasitismo anual.

El consejero se ha mostrado optimista sobre los resultados obtenidos hasta ahora con este tratamiento biológico mediante la suelta del parasitoide ‘Torymuss sinensis’, cuya función es la reducción de las poblaciones de avispilla y por tanto interceptar la plaga y limitar su propagación.

“Aunque serán necesarios entre cinco y ocho años para lograr el equilibrio biológico entre plaga y  el parasitoide que permita la correcta supervivencia de nuestras masas de castaños, los estudios realizados en el Centro de Sanidad Forestal de la Junta de Castilla y León certifican que este parásito está logrando reproducirse y multiplicarse,  con lo que se podrá estabilizar y reducir los daños que ocasiona la plaga de la avispilla”, explicó Suárez-Quiñones. “La Junta de Castilla y León activó las prospecciones en el campo y en viveros desde que se tuvo noticia del peligro  con el fin de realizar una pronta detección y proceder a su erradicación, y desde 2018 se iniciaron los tratamientos experimentales con este parásito, del que finalmente se ha comprobado su eficacia y seguridad, hasta tal punto que el MAPA ha autorizado su uso pudiéndolo utilizar también los propietarios  particulares”,  concluyó.

Tratamientos autorizados por el MAPA

La consejería de Fomento y Medio Ambiente comenzó las sueltas experimentales del parasitoide en 2018 en Burgos y en El Bierzo, continuó en 2019 intensificándolas en esta Comarca y ampliándolas también a Zamora, y tras comprobar su eficacia y seguridad el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación autorizó este año su uso, lo que permite también su utilización a  particulares.

Las sueltas durante este año se han visto fuertemente incrementadas al aumentar la superficie afectada por la plaga de la avispilla del castaño, que se ha extendido a la Alta Sanabria, en Zamora, también en  El Bierzo y en Las Casilla, Ávila. En total se han soltado 738 dosis, con  140.220 ejemplares del parasitoide, de las que más de 94 % han sido en El Bierzo, un 6,8 % en Zamora, un 1,7 % en Burgos y un 0,7 % en Ávila.

La adquisición de los ‘Torymus sinensis’ ha sido posibles gracias a la actuación coordinada de la Junta de Castilla y León, a través de sus consejerías de Fomento y Medio Ambiente y Agricultura, a la Diputación de León, Mesa del Castaño, y numerosos ayuntamientos y juntas vecinales, quienes han hecho las aportaciones económicas necesarias para la adquisición de las dosis, que ha ascendido a 154.000 euros.

Las investigaciones realizadas en el Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos, de Palencia, dependiente de la Junta de Castilla y León, han proporcionado la certeza de que se está logrando  la instalación de estas poblaciones de ‘Torymus sinensis, ya que se han recuperado ejemplares emergidos de agallas colonizadas en el monte por los descendientes de los soldados de años anteriores, además de verificar cierto grado de parasitismo de parasitoides autóctonos. Con el apoyo de nuevas sueltas y el crecimiento natural de sus poblaciones, los técnicos esperan estabilizar la situación y reducir los daños de la plaga en pocos años.

La avispilla del castaño es una plaga originaria de China que se ha ido extendiendo por Europa y que está presente en nuestra Comunidad desde 2012, cuando fue detectada en algunos viveros de Burgos, León y Segovia. En 2017, 2018 y 2019 se han repetido interceptaciones de planta contaminada en Ávila, Salamanca y Zamora, tanto en viveros como en plantaciones nuevas, que en la medida de lo posible han sido destruidas satisfactoriamente. A mediados de junio de 2020 se ha detectado también en Salamanca.

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