Ahora León / Opinión / Marcelino Alonso
Al final el Señor Puigdemont o el fantasma de Flandes como le llaman en la radio se va a llevar una sorpresa con los españoles y es que al igual que las meigas, “españoles listos, habeilos hailos” y uno de ello es el juez del Tribunal Supremo, Pablo LLarena.
Hoy ha dado un inesperado cambio de rumbo a la causa abierta contra los lideres independentistas y de paso también sorprendió a todos los que hoy comenzaban la campaña electoral.
El magistrado ha retirado las órdenes europeas e internacionales de detención dictadas contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y los exconsejeros Antonio Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí y ha ordenado que se comunique su decisión a las autoridades belgas para que dejen sin efecto la colaboración solicitada por España. Llarena, sin embargo, mantiene la orden española de detención contra Puigdemont y los exconsejeros fugados, por lo que, los cinco pueden ser detenidos cuando regresen a España.
Imagino al Juez LLarena sin dormir noche tras noche buscando una solución que desde que pidió la colaboración belga ¡no acababa de llegar¡. Preocupado por no poder encausar a Puigdemont y los cuatro exconsejeros por todos los delitos, a primera hora de la mañana se le ocurrió una gran idea, ha dictado un auto en el que acuerda retirar las órdenes europeas de detención contra el expresidente y los cuatro exconsejeros prófugos. Horas más tarde, ha emitido otra resolución en la que aclara que también se retira la orden internacional de detención, por lo que Puigdemont puede salir de Bélgica sin temor a ser detenido en otro país. Pero el juez ha mantenido la orden de detención española, que implica que Puigdemont será detenido si viaja a España.
Una jugada maestra, sin duda las noches en vela han merecido la pena, ahora le podemos cantar la canción de …. “aquí te espero comiendo un huevo, patatas fritas y un caramelo hasta que vengas a recoger tu acta de diputado”.
Bravo Magistrado.