
El 27 de julio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, una iniciativa internacional que busca visibilizar esta enfermedad poco conocida, fomentar su detección temprana y promover el acceso a tratamientos adecuados. Este tipo de cáncer abarca los tumores que se desarrollan en áreas como la cavidad oral, la faringe, la laringe, los senos paranasales, la nariz y las glándulas salivales.
A pesar de representar aproximadamente el 5% de todos los tipos de cáncer en el mundo, los expertos alertan sobre su alta mortalidad cuando no se detecta a tiempo. Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran el consumo de tabaco y alcohol, la infección por virus del papiloma humano (VPH) y la exposición prolongada al sol en el caso del cáncer de labios.
Los síntomas iniciales pueden ser poco específicos, como dolor persistente de garganta, dificultad al tragar, cambios en la voz, heridas en la boca que no cicatrizan o bultos en el cuello. Por ello, es vital acudir al médico ante cualquier señal persistente, ya que un diagnóstico temprano aumenta significativamente las probabilidades de curación.
Organizaciones médicas y asociaciones de pacientes realizan campañas informativas cada año para educar a la población sobre los signos de alerta y romper el estigma que aún existe en torno a algunos de estos tumores. Además, se hace un llamado a las autoridades sanitarias para mejorar el acceso a programas de prevención y seguimiento oncológico.
En este Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, la comunidad médica recuerda que la información salva vidas, y que estar atentos a nuestro cuerpo puede marcar la diferencia.